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Consecuencias del aumento de las temperaturas

8 marzo 2016

En más de una ocasión hemos hablado del aumento de las temperaturas en nuestro planeta pero, ¿sabemos realmente las consecuencias que ello acarrea? Pues bien, para dibujar un escenario lo más realista posible vamos a saber qué ha pasado en el último siglo y cómo nos puede afectar esto a nuestro estilo de vida.

El aumento de las temperaturas es una realidad

En primer lugar hay que decir que en contra de lo que puedan pensar muchas personas, el aumento de las temperaturas es una realidad. De hecho, no hay más que ver algunos datos comparativos para darse cuenta, por ejemplo, de que la temperatura de los polos ha aumentado considerablemente en el último siglo.

A esto hay que sumarle el hecho de que en toda la zona del centro y del sur de Europa, las temperaturas también se han visto incrementadas lo que ha ocasionado que se vean inviernos muy suaves y, por supuesto, veranos mucho más secos a lo que los habitantes de esas zonas están acostumbrados.

Sin embargo, estas no son los únicos puntos del planeta que han sufrido el aumento de las temperaturas. Y es que nos podemos fijar en el continente africano y ver cómo cada día que pasa las temperaturas son mucho más extremas de lo que ya lo eran. Eso sin mencionar el cono norte del continente americano. Una mezcla de lugares de todo tipo y condición en los que las temperaturas aumentan más de lo esperado.

Aumento de las temperaturas 1

Consecuencias de este cambio en las temperaturas

En primer lugar y por encima de todo tenemos que tener muy claro que el hábitat está cambiando de una manera abismal por lo que la vida del ser humano en La Tierra cada vez es más complicada. Si a esto le unimos el hecho de que nosotros no somos el único ser vivo cuya vida se complica, podemos concluir que muchas especies no serán capaces de adaptarse a estos cambios por lo que morirán. Un cambio que se puede llevar consigo gran parte de las cosechas que existen a día de hoy.

Una serie de consecuencias que lejos de ser catastróficas son más que plausibles. Es cierto que del mismo modo que esta situación se puede dar, no es menos cierto que todavía hay opciones de revertir la situación. La pregunta, sin embargo, es saber si el ser humano está dispuesto a ello.