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Un buque protagoniza una evidencia más del cambio climático

20 marzo 2018
cambio climático

El cambio climático es un tema preocupante y de actualidad, una muestra de ello es lo que sucedió el pasado mes de enero en el Ártico.

Negar que el nuestro planeta está cambiando por culpa del cambio climático a pesar de la cantidad de pruebas y hechos demostrados es cosa de gente neolítica. Una prueba más de este hecho es lo ocurrido el mes de enero en el Ártico, y es que un buque gasero lo atravesó sin necesidad de que lo acompañase un rompehielos en pleno invierno.

El buque gasero de 300 metros de eslora y llamado Christophe de Margerie, que transportaba gas metano licuado, fue capaz de realizar una ruta desde Rusia a Corea del Sur a través del estrecho de Bering en apenas 19 días.

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©MarineTraffic

A estas alturas del invierno pretender pasar por el estrecho de Bering era una aventura de riesgo porque esta ruta era prácticamente infranqueable por la espesa capa de hielo que ni los buques rompehielos eran capaces de vencer. Los pocos alocados que se decidían a ir por aquí requerían obligatoriamente el acompañamiento de un buque rompehielos que fuera delante rompiendo el hielo para que el buque pudiera pasar. Ahora, el cambio climático ha debilitado tanto la capa de hielo que esta escolta ya no es necesaria.

El cambio climático nos a brindado este comienzo de año, situaciones tan paradójicas como que en algunas zonas de Europa al temperatura fuera notablemente inferior a la del Ártico, donde se superaron los cero grados celsius. Esta situación ha permitido que el hielo perpetuo de la Ruta del Norte, nombre de la ruta que atraviesa el estrecho de Bering, se haya debilitado o incluso desaparecido en ciertos puntos en pleno invierno, es decir, cuando más espeso y firme debería ser.

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©MarineTraffic

Esta ruta, ahora más accesible que nunca, permite ahorrar hasta un 40% de tiempo respecto a la ruta tradicional de Europa a Asia que requiere el paso por el canal de Suez. A pesar del ahorro de tiempo, y por ende de combustible, por el momento la ruta por el Ártico no es tan rentable como parece debido a los cuantiosos seguros a los que deben suscribirse los buques.

A pesar de todo, el cambio climático ha abierto la veda para hacerse con el control de las principales rutas marítimas que atravesaran el Ártico en el futuro en el probable escenario de que éste acabará desapareciendo, primero en los meses de verano y finalmente todo el año.

Las principales empresas de transporte marítimo y petroleras ya están haciendo números y frotándose las manos con lo que está por venir en el Ártico por culpa del cambio climático. Es cuestión de tiempo que la desaparición del hielo permita abrir nuevos pozos petrolíferos en el Ártico, a demás, las rutas por esta zona les harán ganar miles de millones de dólares/euros con el ahorro de combustible y tiempo. Desde luego que estas empresas estarán más que encantadas con el cambio climático.

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©elPeriódico

En nuestras manos está el hacer lo máximo posible para evitar que el cambio climático acabe con el Ártico, ya no solo por el desastre que provocaran las prospecciones y pozos petrolíferos y el constante paso de buques de carga, sino por que representa el medio de vida para los millones de personas que viven al rededor de este y por las consecuencias en el clima que nos afectarían a todo el planeta por igual.

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