Saltar al contenido

Conoce a Yoriko, el pez que visita a su amigo humano desde hace 25 años

31 marzo 2016

¿Tienen los peces sentimientos? Yoriko, un Semicossyphus Reticulatus nos demuestra que sí, ya que desde hace 25 años saluda al buceador Hiroyuki Arakawa cada vez que visita un santuario sintoísta bajo el mar de Japón.

El Parque Submarino Hasama, cerca de Tateyama en Japón, cuenta con un santuario sintoísta al que únicamente se puede acceder con equipo de buceo. Más que un lugar de importancia espiritual, el lugar también es el anfitrión de una amistad única entre un hombre y un pez.

Yoriko

Hiroyuki Arakawa, un anciano que dirige una tienda de buceo local, también es quien gestiona este lugar sagrado, y cada vez que se sumerge en el santuario, recibe la visita de un pez, Yoriko, quien se acerca a saludarle desde hace 25 años.

Durante todos estos años, ambos han forjado unos lazos increíbles basados en la confianza y respeto mutuos. Hiroyuki, quien además hace de guía para buceadores que deseen visitar el santuario, mantiene también actualizada su página de Facebook desde la que cuenta sus historias con Yoriko, quien a veces también aparece para saludar a los otros visitantes.

Yoriko 1

Tal vez, el testimonio más dulce de la amistad entre humano y pez, se puede observar en su costumbre de saludarse con un beso.

A pesar de que los peces no se consideran como una especie con sentimientos, esta relación nos hace pensar que tal vez estemos equivocados al respecto. De hecho, un reciente estudio demuestra que estos animales son más inteligentes y sociables de lo que se creía. Estos investigadores detectaron en varios peces cebra que fueron expuestos a factores de estrés, que sufrían un aumento de temperatura corporal llamado “fiebre emocional”, lo que podía indicar que el pez cebra tiene cierto nivel de conciencia y sentimientos.

Yoriko B

Antes de este estudio, los científicos pensaban que únicamente los mamíferos, aves y reptiles mostraban fiebre emocional. Sin embargo, tras este estudio se ha concluido que definitivamente al menos este tipo de pez también la sufre. Si esta reacción está realmente vinculada a la conciencia, es un hecho que aún queda por demostrar.

Lo que está claro es que Yoriko posee algo especial que le une a Arakawa, y demuestra que la unión entre animales y humanos es posible, y puede ser tan fuerte como cualquier otra. A la vista está su amistad desde hace más de un cuarto de siglo.