Elefantes marinos para estudiar el deshielo en la Antártida

La Antártida es un elemento clave para el sistema circulatorio de los océanos y del clima global, las aguas profundas del océano Antártico oxigenan los fondos marinos de prácticamente todo el planeta e impulsan las corrientes marinas profundas, y ahora por culpa del calentamiento global dicho sistema se está viendo en serio peligro.

Las aguas de la Antártida se hunden hacía las profundidades por su elevada densidad derivada de las bajas temperaturas y de las elevadas concentraciones de sal. Estas aguas se hunden y circulan por los fondos hacia todas las direcciones contribuyendo a impulsar las corrientes oceánicas profundas y oxigenando todo el suelo marino, además de contribuir a todo el sistema climático mundial, por lo que si este complejo sistema se debilita, se vería en serio peligro la vida de las profundidades por la disminución del oxígeno y se desestabilizaría el delicado sistema climático.

El deshielo estacional cada vez más acentuado provoca la entrada de agua dulce en este sistema vital para el clima mundial, desestabilizándolo debido a que esta agua dulce altera la densidad y la salinidad del agua circundante dificultando que esta se hunda y circule con normalidad.

Un equipo científicos de la Universidad de Tasmania, sugiere en la revista Nature Communications que el aumento de la fusión con el agua dulce podría reducir notablemente la formación del agua profunda del océano Antártico. Para llegar a esta conclusión, los científicos utilizaron a elefantes marinos del sur (Mirounga leonina) puesto que, según los investigadores, los mamíferos marinos llegan allí donde no llegan los humanos.

“Los elefantes marinos del sur proporcionaron los datos en espacio y tiempo de las propiedades del mar en la bahía de Prydz (Antártida) imposibles de obtener por los buques. Los animales pueden alcanzar lugares donde los barcos de investigación no pueden llegar debido al grueso hielo marino en invierno”, recalcan los científicos

Gracias a la colocación de distintos instrumentos de monitorización en estos animales, los científicos han podido recopilar datos de temperatura y salinidad durante todo el año en la Antártida. Los resultados demuestran que el flujo de agua dulce procedente del deshielo estacional de las plataformas del hielo flotante de la bahía de Prydz disminuye la producción del agua densa de las profundidades, lo que puede extrapolarse a otras regiones del continente.

“Si la producción de estas densas aguas profundas se debilita, se pueden producir cambios en la circulación oceánica global y en la captura de dióxido de carbono atmosférico, y por tanto afectaría al clima de la Tierra”, concluyen los investigadores