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Bucear en las Islas Cies. Consejos y enlaces de interés

8 enero 2018
Bucear en las Islas Cies

Las Islas Cíes se han convertido en un referente para buceadores y amantes de los fondos marinos.

Las islas Cíes se erigen como uno de los destinos más interesantes de la costa gallega para la práctica del buceo. Su rico ecosistema cautiva a cientos de buceadores cada año, sobre todo, en la época estival.

Bucear en las Islas Cies
©wikipedia

Las frías aguas de las Islas Cíes, situadas en la ría de Vigo, son una de las más interesantes desde el punto de vista del buceo del noroeste de la península Ibérica. Descubrir, por ejemplo, la fauna marina significa ver de cerca especies marinas ya conocidas por nosotros, algo que no pasa en las aguas tropicales, por ejemplo. Un pulpo, un lenguado o un centollo son sólo algunos de los habitantes de este rico ecosistema, marcado por su situación abierta al Océano Atlántico. La pesca deportiva está prohibida, algo que favorece el fortalecimiento de las especies. Si te interesa la fauna de la zona, puedes informarte en el Museo do Mar de Galicia.

El mejor momento para visitar esta joya de las Illas Atlánticas de Galicia (completadas por los archipiélagos de Cortegada, Sálvora y Ons) es sin duda el verano. El clima, no tan lluvioso ni ventoso no impide, sin embargo, que estemos ante unas de las aguas más frías de la costa gallega. De hecho, fuera de la temporada estival, apenas llegan a diez los habitantes de las Cíes; las condiciones climatológicas y el aislamiento no son para todo el mundo, y son muchos los que no entienden este modo de vida, a no ser que haya una apuesta a exilio, muy populares en la América de los 90, de por medio. El uso del neopreno es especialmente recomendable en esta zona no sólo si usas botellas de buceo; en caso de la práctica de snorkel también está aconsejado. También es importante saber que si quieres bucear con botellas debes pedir un permiso al Parque Natural, que te informará sobre las zonas de buceo.

Para saber qué nos encontraremos entre la fauna de la zona, primero deberemos observar sus rocas: bígaros, percebes, mejillones, camarones y erizos de mar se ven con facilidad. Ya debajo del agua nos cruzaremos con centollos, bogavantes y nécoras, aunque a los que hay que prestar más atención son los pulpos, famosos por su capacidad de ejecutar sofisticadas estrategias para paralizar a su objetivo. Los peces son también numerosos: rodaballos, lenguados y otras especies se encuentran a simple vista. Por no hablar de la posibilidad de ver algún delfín o una ballena… Una de las especies que más llama la atención es un tipo de caballito de mar, el Hippocampus guttulatus, un rara avis de esta especie que se encuentra protegida y de la que no hay muchos ejemplares a nivel mundial. En realidad, todo en esta zona está protegido al tratarse de un Parque Natural. El buceo es una práctica excelente para intentar avistarlos. Se trata de un animal bellísimo que, aunque no único de la zona, sí son las Cíes la única que puede acreditar que habiten de forma permanente.

Bucear en las Islas Cies
©Wikipedia

En el año 2002, sin embargo, nada hacía pensar que este paraíso pudiera recuperar la riqueza de su ecosistema y el de la flora de su suelo marino tras la catástrofe del Prestige. Afortunadamente, el mar ha mostrado en esta ocasión su fortaleza y ha sido capaz de sacar de las costas el fuel restante. Además, las especies marinas han vuelto a florecer: cada vez más juveniles de mejillón se fijaban a las rocas, por ejemplo, algo que ya sucedió desde el mismo año de la tragedia. Las 77.000 toneladas de fuel, gracias a la labor de las brigadas científicas y las de los voluntarios, no fueron capaces de apagar la belleza de las aguas de las Cíes.

Bucear en las Islas Cies
©Wikipedia

Las Cíes ya eran conocidas en la Grecia clásica. Sobre el archipiélago, formado por las islas de Monteagudo (norte), Do Faro y la de San Martiño (sur), existen también referencias en literatura del Imperio Romano. Fueron bautizadas como islas de los Dioses; también Kassitéridas (de estaño). Hay indicios de que estaban habitadas desde el Paleolítico. Existen diversas construcciones religiosas en las islas procedentes de la Edad Media y también indicios de asentamientos romanos.