Saltar al contenido

Volvo Ocean Race 2011-12. El sueño cumplido de Brad Marsh

10 noviembre 2011

A medida que su barco navega por las Islas Canarias, el proa de Groupama, Brad Marsh, recuerda cuando vivió en Lanzarote siendo miembro del equipo de tierra de Ericsson. Entonces soñaba con estar donde está ahora…

Hola a todos.

Hoy es un día interesante para los meditabundos. Esta mañana vimos las luces de Lanzarote y ahora estamos trasluchando frente a Fuerteventura. Llevo toda la mañana saludando al médico del equipo (Antonio), pero no sé si nos habrá visto…

Mientras pasamos las islas da tiempo a reflexionar. Las Canarias fueron la base para Ericsson Racing Team cuando yo formaba parte de su equipo de tierra, vivimos allí durante un año, entrenando con los dos barcos; personalmente, soñaba con poder hacer esta regata.

Dos años más tarde, tuve la suerte de regresar a Lanzarote con Groupama para optar a uno de los puestos de tripulación. 

Ahora aquí estoy, pasando por mi isla favorita del hemisferio norte en un Volvo 70 durante la primera etapa de la regata. ¿Un círculo completo? No creo, pero al menos me hace reflexionar y agradecer la oportunidad que se me ha dado.

La regata está siendo fascinante. Brutal, exigente e implacable. Estoy convencido de que está siendo una etapa muy interesante desde fuera, mientras a bordo esperamos cada reporte de posición. Ese es el único canal de información para comparar nuestro audaz movimiento hacia el este comparado con la más tradicional ruta del oeste. 

Al salir de Alicante, y a medida que reducíamos superficie vélica por las condiciones, me acordé de la Sydney Hobart de 2004, cuando nos encontramos con un estado de la mar similar al de un mal día en el Estrecho de Bass.

Nos han sabido muy mal los incidentes de Abu Dhabi y Team Sanya, y esperamos que se recuperen pronto. Esto va especialmente por  Andy Mieklejohn. Como uno de los más experimentados proas de esta regata, espero que se recupere y vuelva pronto. 

Tras un par de días navegando por la costa africana, discutimos ahora cómo cruzaremos al oeste para reunirnos con nuestros rivales. Será como cruzar un campo de minas. Sin embargo, contamos a bordo con varios franceses experimentados e inteligentes, que sin duda están convencidos  de su plan de batalla.

 
Es todo por el momento, me voy a acostar. Tras una reflexión matutina, tal vez sea el momento de pensar en la próxima ocasión en que pasaré cerca de Lanzarote. Será el próximo mes de mayo, tras cruzar el ecuador, haber doblado los dos cabos, y haber llegado y salido de Auckland en un Volvo 70. Entonces tal vez pueda considerar que he cerrado el círculo…