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Hablemos de Turismo Náutico. Semana Santa en pelotas

14 abril 2016

Ya ha pasado la Semana Santa y para el turismo náutico en España ha sido un alivio el ver terminar un complicado invierno donde los recursos de las pymes se han visto mermados por la archiconocida temporalidad, y potenciada por la cansina incertidumbre económica causada por la  atroz clase política europea.

El rezo común de los empresarios del sector del turismo náutico, que he oído a lo largo de este primer trimestre del año, ha sido “menos mal que la Semana Santa cae pronto este año” pero ha llegado y muchos no han logrado llenar las arcas. El problema es que no se ha puesto el mismo ímpetu en llegar al día D con la empresa reluciente y lista para recibir a esos turistas ávidos de sol, playa, chiringuitos y agua de mar que en bendecir por que el inicio de la temporada se haya adelantado un mes.

Esta Semana Santa he tenido la suerte de poder gestionar bastante bien mi tiempo pudiendo asistir a inauguraciones de nuevas empresas de turismo náutico, leer mucho, analizar algunas iniciativas del sector y disfrutar de la familia. Todo esto desde mi casa, en alguna marina o puerto que he visitado y en la playa (desde donde escribo esta reflexión).

Turismo Náutico Semana Santa en Pelotas 1

El resultado de estos días ha sido que he visto a un montón de empresas turísticas, y en particular del sector náutico, que esto de la Semana Santa “temprana” les ha pillado en pelotas, lo que se ha traducido en energía negativa en la empresa en cuestión y como consecuencia, en clientes descontentos. ¿Para eso queremos una Semana Santa que empiece a finales de marzo?

Los empresarios náuticos, y sobretodo los vinculados a los servicios, deberían planificar, anticiparse y diseñar una estrategia para la temporada. Y no por semanas, como hacen muchos, sino casi de año en año para que si, por ejemplo, se necesitase una inyección de “Cash Flow” para comenzar al 100%, se pueda gestionar de forma adecuada y sosegada. Esa aportación financiera en el momento oportuno, bien negociado con los interlocutores propicios, puede suponer el empujón definitivo para que se multipliquen los beneficios del ejercicio del año.

Por suerte o por desgracia, la Semana Santa ha pasado y pese a que parece que poco se puede hacer ya, es el momento de rectificar, si es necesario, para llegar al siguiente asalto con la maquinaria bien engrasada y el ejercito bien entrenado.

Pero antes de rectificar, será el momento de recopilar datos de la Semana Santa, analizarlos y focalizar cuales son los objetivos para conseguir llegar a la nueva meta. Sin lugar a dudas esto se debería haber hecho durante el último trimestre del 2015, como poco, pero nunca es tarde si la dicha es buena.