Tsunamis y maremotos. ¿Consecuencia del cambio climático?

En la última década mucho se ha hablado de meteorología en el planeta. El cambio climático, así como algunas catástrofes naturales provocadas por tsunamis y maremotos, han sido los protagonistas dentro de un escenario que, para qué engañarnos, cada vez es más desolador. Sin embargo, en esta ocasión vamos a tratar de ir un poco más allá porque, según algunas fuentes, podría existir una relación directa entre la transformación que está sufriendo nuestro clima y estos fenómenos.

¿Qué son los tsunamis y los maremotos?

En realidad, se puede afirmar que los tsunamis y maremotos son, en esencia, el mismo. Un fenómeno que no es otra cosa que un conjunto de olas de gran tamaño, aunque variable, que se produce cuando otro fenómeno, sea este del tipo que sea, ha ejercido una gran fuerza sobre el agua en sentido vertical. Un tamaño que no solo destaca por la altura de las olas sino por la longitud que estas alcanzan. De hecho, no es extraño ver olas con una longitud de varios centenares de kilómetros.

Un fenómeno que en muchas ocasiones está provocado por un terremoto y que acumula una gran energía en sus olas, las cuales, son mucho más devastadoras que las que son producidas por el simple efecto del viento.

Su relación con el cambio climático. Versiones encontradas

Tratar de establecer una relación entre el cambio climático y la presencia, en aumento, de tsunamis y maremotos no es tarea sencilla. Sin embargo, un equipo de la University College London liderado por Bill McGuire, ha asegurado, en un estudio realizado conjuntamente con varios sismólogos, que el cambio climático, en especial el aumento de temperatura del planeta, puede traer consigo un aumento en la cantidad de tsunamis y maremotos.

La explicación que da es bien sencilla ya que asegura que como consecuencia del deshielo, provocado por el aumento de la temperatura terrestre, la corteza de nuestro planeta tiende a rebotar por lo que se produce un fuerte deslizamiento de tierra submarina. Unos deslizamientos que puede hacer que aumente el número de terremotos, los cuales, en función de su intensidad, podría desencadenar, como ya hemos visto, un tsunami.

Sin embargo, en el lado opuesto, se encuentran aquellas personas que, sin llegar a negar la evidencia, aseguran que el aumento de temperatura no va a provocar más maremotos y tsunamis. Para ello, se basan en fríos datos de las mayores compañías de seguros del mundo, los cuales, aseguran que no está habiendo un aumento de este tipo de fenómenos. Unos datos que, en contra de lo que podamos pensar ya que nos pueden parecer que no están respaldados por la ciencia, son perfectamente fiables ya que están elaborados a partir de completos estudios que estas compañías han encargado a equipos de científicos. Al fin y al cabo tenemos que tener en cuenta que las aseguradoras tienen que tener siempre un control sobre los riesgos que existen para poder seguir generando beneficios.

Mientas, ajenos a toda esta polémica, están las personas que han tenido la desgracia de padecer algún tsunami o algún terremoto. No hay que olvidar que independientemente de los datos, son fenómenos que traen consigo lo que podríamos considerar como la destrucción total y para los que nada se puede hacer porque, lo queramos o no, la naturaleza siempre nos lleva ventaja.

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Publicado por
M.A. Alcalá

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