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Trofeo Princesa Sofía Mapfre. Onán Barreiros, olímpico en Pekín 2008 en 470, con nuevo tripulante rumbo a Rio

4 abril 2013

 

Después de permanecer durante años en la élite de la vela junto a Aarón Sarmiento, el regatista grancanario Onán Barreiros afronta una nueva etapa en la competición de 470 junto a Juan Cuberlo, su nuevo tripulante. El Trofeo Princesa Sofía Mapfre es el escenario que Sarmiento, asiduo participante de la regata, ha elegido como primer campo de pruebas para definir las líneas de trabajo que marcarán los próximos cuatro años. Porque aunque todavía es pronto, el objetivo final “son los juegos y poder conseguir una medalla”.

En el tercer día de competición, Onán Barreiros se muestra satisfecho con su participación en el Sofía Mapfre: “Llevamos dos días con muy buenas condiciones para navegar, sol, viento, olas. La verdad, es que está siendo muy divertido”, afirma. El grancanario está navegando en esta edición de la regata sin presión y afronta cada día los cambios con entusiasmo. “Con Juan Curbelo, mi nuevo tripulante, estoy realmente contento. Me ha dado una inyección de energía extra para seguir trabajando”, confiesa.

Después de muchos años de trabajo compartido con Aarón Sarmiento, “la verdad es que el cambio me aporta el extra necesario para seguir con motivación y poder cumplir el objetivo, que al final de todo es disputar unos Juegos Olímpicos y poder conseguir una medalla”.

“Primero está el Sofía Mapfre, que es la primera regata clasificatoria para el equipo preolímpico. Juan y yo tenemos que trabajar para conocernos bien dentro del barco con objeto de estar al más alto nivel. Eso es lo más importante a día de hoy”, señala.

Diploma olímpico en Pekín 2008 y olímpico en Londres, Barreiros se muestra tranquilo y confiado respecto a su participación en el Sofía Mapfre. Se abre un período de pruebas y “lo primero de todo es divertirnos, seguir aprendiendo día y día y corregir los errores que hemos ido cometiendo en las jornadas anteriores para subir algunos escalones en la clasificación general y pasar el corte lo mejor posible”.

Las condiciones del día parecían perfectas para los objetivos del canario: “sol, diez nuditos y sentados en el barquito sin mojarnos mucho que llevamos dos días con mucha agua encima”.