Medio Ambiente Marino

Sorprendente migración de las Tortugas marinas

Las migraciones de las tortugas

La mayoría de las especies de tortugas marinas realizan grandes migraciones, viviendo en hábitats ampliamente separados entre sí a lo largo de sus vidas. Imagínense que nada más al salir de sus nidos en las playas de Florida, Yucatán y otros puntos del este americano emprenden una desenfrenada carrera hacia el mar, carrera que pocos logran sobrevivir.

Tan sólo una de cada mil tortugas migratorias que salen del huevo logra llegar hasta la edad adulta y su carrera desde el cascarón hasta la orilla se convierte en una aventura extrema, contrarreloj y amenazada por diversos depredadores. Una vez que alcanzan la orilla, los machos nunca vuelven a salir del mar y las hembras solamente lo harán para anidar. 

En el Mar de los Sargazos o en otras zonas oceánicas que sirven como terrenos de desarrollo en mar abierto, las crías de tortuga se alimentan de crustáceos y otros pequeños animales marinos que encuentran. Al alcanzar la madurez, las tortugas emprenden migraciones de cría entre áreas de alimentación y áreas de anidación.

las tortugas pueden atravesar zonas oceánicas desplazándose miles de kilómetros

Las migraciones de las tortugas marinas las realizan tanto machos como hembras y pueden atravesar zonas oceánicas que abarcan cientos o miles de kilómetros. Así que emprenden su viaje aprovechando la Corriente del Golfo, para dirigirse hacia las Islas Azores y, desde allí, al continente europeo.

Para ver lo complejo que puede ser la supervivencia de la tortuga marina en sus migraciones, vale la pena ver el siguiente vídeo de una charla TED…

Entre la gran variedad de tortugas marinas, las caguamas  (tortuga boba) son famosas por sus grandes migraciones. Como una especie que puede viajar miles de millas a través de las cuencas oceánicas. Están en grave peligro debido a la pérdida de hábitat en todo el mundo y a la captura incidental por parte de los pescadores.

Para que tengamos conocimiento de lo que pueden llegar a viajar, solo tenemos que mirar el siguiente mapa !Una locura!.

Un hallazgo peculiar

Hace unos años, se encontró a tres millas del Cabo Cervera, Torrevieja (España) una tortuga boba, también conocida como tortuga cabezona, cayume, o caguama, enredada en un saco de rafia. Afortunadamente se encontraba pescando en el lugar un aficionado a la pesca deportiva que activó el protocolo de actuación de la Red de Varamientos de la Comunidad Valenciana a través del teléfono de emergencias 112. (Si deseas saber más sobre este protocolo, pulsa aquí)

Ya en el puerto, el animal fue atendido en primera instancia por el biólogo del Ayuntamiento de Torrevieja y posteriormente trasladado a las instalaciones del ARCA del Mar (Área de Recuperación y Conservación de Animales del Mar) del Oceanogràfic de Valencia.

En estas instalaciones, uno de los veterinarios del Oceanogràfic, llevó a cabo diversos reconocimientos, encontrando una importante herida en el paladar, probablemente ocasionada por el anzuelo de un palangre, la cual comenzó a ser tratada en ese instante.

Además, se realizaron otras pruebas como indica el protocolo en estos casos. Una de ellas consiste en pasar un lector de microchips por el dorso del animal que en España se colocan debajo de la piel del cuello de la tortuga.

©Photo by Mitch Lensink on Unsplash

La gran sorpresa

Los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente y los veterinarios del Oceanogràfic encontraron un chip en la aleta izquierda de esta tortuga, un hecho poco habitual en España, ya que además de ser la primera encontrada con microchip en la Comunidad Valenciana, se localizaba en un lugar del animal donde no se suele colocar (al menos en España).

Esta tortuga, también mostraba una cicatriz en una de sus aletas de una antigua marca metálica o anilla, otro tipo de marcaje más externo que se realiza de manera conjunta con la instalación de microchips para el seguimiento de estos animales. La sorpresa llegó a los pocos días cuando se puso en contacto el NMFS Galveston Laboratory, de Florida (Estados Unidos) aportando interesantes datos sobre el animal.

La tortuga en cuestión nació en un nido puesto en las playas de Florida en 2003 y participó en experimentos de impacto de capturas en redes de arrastre y uso de dispositivos excluidores de tortugas marinas en redes de arrastre.

Cuando dichos experimentos concluyeron, la tortuga fue marcada con el microchip y liberada mar adentro, en una zona de influencia de la corriente del Golfo, frente a las costas de Fort Pierce en Florida.

Años después de haber nacido y cinco años y cuatro meses después de haber sido liberada, la tortuga fue recuperada en las costas de España. Una vez recuperada en las instalaciones del ARCA del Mar la tortuga fue liberada.

Este hallazgo es de especial relevancia, ya que evidencia en primer lugar la migración transatlántica de las tortugas bobas, que pueden entrar en el Mediterráneo a través de Gibraltar; en segundo, lo vulnerables que son estas especies a diferentes amenazas, especialmente a las consecuencias de la actividad humana, entre las que destacan la interacción con pesquerías, la progresiva contaminación marina ya sea por plásticos u otros compuestos, además del consumo directo como alimento tanto de sus huevos como de las tortugas.

Ante esta situación, la concienciación y educación ambiental resultan claves, igual que la labor que desarrollan los centros de recuperación de fauna locales, donde, en el caso de las tortugas, más del 90% de los ejemplares ingresados terminan recuperándose. Tristemente en otros países no se tienen cifras tan alentadoras.

Sobre la tortuga Boba (Caretta caretta)

Como vimos anteriormente, la mayoría de las tortugas marinas son altamente migratorias y utilizan una gran gama de localidades y hábitats ampliamente separados. La tortuga boba anida en las regiones templadas y subtropicales de todo el mundo en playas de arena tanto insulares como continentales. La distribución de la tortuga boba la podemos apreciar en el siguiente mapa:

Después de 4 a 19 años en la zona oceánica, las tortugas bobas se sitúan en áreas de desarrollo nerítico donde crecen hasta su madurez sexual, de los 10 a 39 años. Esto quiere decir que la tortuga que se encontró en las costas de España aun no era adulta. Al actuar rápidamente y conseguir estabilizar a la tortuga se le permitió tener otra oportunidad para llegar a su madurez y poder tener crías en un futuro.

Según la lista roja de especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) esta especie se encuentra vulnerable , y el comercio internacional de la misma es ilícito por estar incluida en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES)

La población de tortugas bobas está decreciendo, está severamente fragmentada y el número de individuos adultos disminuye considerablemente. Pero aun así no es la especie de tortuga marina que se encuentra en peor estado, las tortugas carey (Eretmochelys imbricata) y bastarda (Lepidochelys kempii) están clasificadas como “en peligro crítico”, la tortuga verde (Chelonia mydas) está considera como “en peligro” y las tortugas laúd (Dermochelys coriacea) y olivácea (Lepidochelys olivácea) como “vulnerables” en la Lista Roja de la UICN.

Este caso nos sirve de ejemplo para poder señalar cómo podemos aportar a la conservación de especies y ecosistemas y además para poder divulgar información importante sobre tortugas marinas y otras especies que se encuentran amenazadas.

Hoy aprendimos que las tortugas marinas que logran llegar al mar no están aún a salvo, pero nosotros podemos marcar la diferencia, cada granito de arena cuenta para ayudar a mantener sanos a nuestros océanos y sus habitantes.

Referencias:

Ver comentarios

  • esta muy buena la info. pero ste animal ya sta en peligro de extincion,, debemos hacer conciencia y pues cuidarlas mucho, porque en un futuro muy cercano sta specie desaparecera

Publicado por
Zlatka Rebolledo

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