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Salida de la Rolex Sydney Hobart 2018

26 diciembre 2018

El supermaxi Black Jack vuelve a protagonizar la salida de la Rolex Sydney Hobart.

Un perfecto día de verano fue el escenario de una impresionante salida de la Rolex Sydney Hobart Yacht Race 2018. El Black Jack de Peter Harburg, por segundo año consecutivo, ha sido el primer barco en superar con éxito la zona de Sydney Heads, y por segundo año consecutivo ha obtenido una ventaja psicológica inicial sobre sus rivales.

Una flota de 85 veleros de nueve países comenzó la 74ª edición de esta regata oceánica con una viento de 10-12 nudos del noreste y dentro del anfiteatro que es el puerto de Sydney, donde los espectadores volvieron a llenar los acantilados por tierra y de barcos por mar.

Este año, tanto el trofeo por llegar primero a Hobart, Tasmania, y para alzarse con la victoria en la clasificación general en tiempo compensado promete ser muy abierto.

Line Honours: Comanche a por todas en la Rolex Sydney Hobart

De los cinco veleros de 100 pies en disputa, cuatro han conseguido el éxito en le «Line Honours» en ediciones anteriores. El Comanche de Jim Cooney y Samantha Grant, estableció un nuevo récord de regatas el año pasado. Después de un extenso programa de entrenamientos, se puede decir que este año se encuentra, si cabe, en mejor forma. La victoria en 2017 se produjo a expensas del ganador de ocho títulos, Wild Oats XI, que en la actualidad vive su racha más larga sin éxito desde que dominó el escenario por primera vez en 2005.

La primera baja de los supermaxis ha sido la del Scallywag, que tras tres horas de competición ha tenido que retirarse por los daños sufridos en su bauprés.
El InfoTrack de Christian Beck completa la flota de supermaxis en esta Rolex Sydney Hobart 2018.

Los navegantes que se encontraban en cabeza han pronosticado un tiempo de llegada de 48 horas, lo que está muy lejos del récord de la regata de 1 día, 9 horas, 15 minutos y 24 segundos. Iain Murray, táctico/estratega de Wild Oats XI ha anticipado una regata compleja. «No va a ser una edición con mucho viento. Será un desafío estratégico con varias regata dentro de la regata». Se ha pronosticado un paso relativamente rápido hacia el sur durante la primera noche, antes de que los líderes se enfrenten a la perspectiva de superar los desafíos de las zonas de viento más ligero durante el segundo día.

«Tener a los cinco 100 pies en Sydney para esta regata es genial. Hay mucho en juego, todo el mundo ha reclutado a los mejores regatistas oceánicos del mundo», explicó el patrón de Black Jack, Mark Bradford.

Race Start
CHUTZPAH, Bow: 33, Sail n: R33, Owner: Bruce Taylor, State/Nation: VIC, Design: Caprice 40

Victoria final Rolex Sydney Hobart 2018: Un campo abierto

En la última década, siete barcos de 52 pies o menos han ganado la Tattersall’s Cup y el reloj Rolex, recompensas por el premio más codiciado de la regata: una rotunda victoria en tiempo compensado. En los muelles del Cruising Yacht Club of Australia (CYCA) esta mañana, la perspectiva de que se tratara de una regata de «barcos más pequeños» estaba ganando fuerza. Bruce Taylor, propietario/patrón del Chutzpah de 40 pies, que se prepara para su 38º Rolex Sydney Hobart, ha predecido una competición diferente a la del año pasado. «Las condiciones son muy variables, que es la antítesis absoluta del año pasado, que era muy predecible. El pronóstico cambia cada minuto. Desde nuestro punto de vista, se trata de negociar las condiciones de calma frente a Tasmania. Será una de esas regatas en las que no se acabará hasta que se acabe».

«Los grandes barcos se quedarán sin viento en la costa de Nueva Gales del Sur», coincidió Bryan Northcote, navegante del S&S 39 Mark Twain, «lo que significa que la parte trasera de la flota tiene una oportunidad real este año».

Aunque ninguna tripulación ha conservado la Tattersall’s Cup desde 1965, Matt Allen, vigente campeón con el Botin 52 Ichi Ban, está decidido a desafiar esa estadística y tiene motivos para estar seguro. «Sabemos mucho más de nuestro barco que el año pasado por estas fechas y estamos más cómodos con la puesta a punto de nuestras velas», explicó Allen. «Estamos ansiosos por el desafío. Tratar de vencer a todos los barcos de nuestros tamaño es la primera prioridad». Este grupo, por sí solo, es muy competitivo y está formado por equipos como Teasing Machine, Privateer y nueve TP52. «No veo una diferencia significativa entre los barcos de 50 pies a menos que haya un cambio en el pronóstico meteorológico actual», admitió el propietario de Teasing Machine, Eric de Turckheim.

Para la flota internacional compuesta por más de 1.050 regatistas de unos 30 países diferentes, se avecina una regata de 628 millas náuticas. Una edición que exigirá precisión en la navegación, sinergia en el trabajo en equipo y astucia táctica, cualidades que han hecho de Rolex un socio natural de la carrera desde 2002.