Estos animales son capaces de ingerir grandes cantidades de agua para aumentar su tamaño corporal y evitar la depredación cuando se ven amenazados, de ahí que estuviese tan hinchado.
Respecto al color de su piel, aunque en un principio se pensó que era albino, el albinismo provoca una falta total de melanina, lo que afecta también a los ojos. En este caso, el ejemplar tenía los ojos de color azul-negro, por lo que la explicación más probable es que se trate de un animal con leucemia, enfermedad que no afecta a los ojos.
El pejegato fue capturado en el cabo San Lucas de México por el pescador de Chicago Jaime Rendón, quién fotografío al animal antes de devolverlo al mar.
Otro hallazgo curioso sobre este animal, es que únicamente tenía tres hendiduras branquiales, mientras que lo normal es que posean de cinco a siete. Aun así, esta anomalía no debe establecer ninguna alarma sobre una “nueva especie”, ya que se han observado tiburones que habitan en el fondo del mar con hendiduras branquiales reducidas o comprimidas, en el pasado.
Señalar que este tipo de tiburón es un depredador nocturno que se alimenta de pequeños peces de arrecife, moluscos y crustáceos. A menudo permanece inmóvil en el fondo del mar con la boca abierta, a la espera de que se aproxime su presa.
Sin embargo, su lentitud no significa que no merezca nuestra atención, pues recientemente se ha descubierto que algunas especies de pejegato desprenden una luz verde brillante fluorescente, cuando son expuestos a luz ultravioleta.
La hipótesis actual sería que estos tiburones utilizan esta fluorescencia para atraerse o reconocerse entre sí. Una peculiar manera de comunicarse entre ellos y otros animales que poseen sistemas de visión similares.
Periodista especialista en actividades subacuáticas. Buceo, apnea, fotografía submarina, pesca submarina, destinos de buceo, barcos de buceo, etc.
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