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No hay dos sin tres. Sam Davies pierde el mástil de su Savéol cerca de Madeira

16 noviembre 2012

Ayer por la noche, Samantha Davies se ponía en contacto con la dirección de la Vendee Globe para comunicarles que acababa de romper el mástil de su Imoca 60 y que ella se encontraba a salvo dentro del barco.

Con este percance, la Vendee Globe 2012 se queda sin participación femenina y un barco menos, y ya van tres…

Mientras se preparaba para salir a la cubierta para meter un tercero rizo, escuchó un ruido y sintió el mástil caer sobre el lado babor del barco. Al no poder ponerse a cortar el aparejo en las condiciones en aquel momento, se asegura en el interior con el traje de supervivencia y el kit de emergencia esperando que las condiciones de viento aflojen.

Alrededor de la 01:30 am, Sam empezó a liberar Saveol del aparejo cortando los cables, las escotas y las drizas. La operación fue exitosa. Al amanecer, Sam llevará a cabo un control del barco antes de poner el motor para hacer ruta a Madeira. Actualmente las condiciones son más tranquilas con aproximadamente unos 20 nudos de viento. Sam ha podido descansar y se encuentra bien.

Tras haberse puesto en contacto con la regatista, la Dirección de
Regata, se puso en contacto con el Cross Griz Nez para poner en marcha
un dispositivo de aviso urgente a los marineros (AVURNAV).

Todos los
barcos que navegan en un radio de 200 millas alrededor del Savéol han
sido informados del incidente y de la posición del barco.

Esta mañana, ha tenido contacto con la Vendee Globe y ha comentado:

“Estoy muy fastidiada porque se acabó mi Vendée Globe, pero no estoy herida. O sea que va. Cuando pasó, ayer por la noche, acababa de pasar el frente, iba amurada a estribor. Al pasar el frente, casi no había viento. Era hiper-duro, había momentos en que teníamos 30 nudos, otros con solo 5. Empezaba a establecerse, tenía entre25 y 30 nudos. Estaba con ORC [trinqueta] y dos rizos. Un poco demasiado poco trapo, pero al igual que desde el principio, no quería correr riesgos. Iba al largo y el problema es que había mucha mar. El barco saltaba entre las olas. Y he tenido un primer chubasco de 40 nudos. He caído para no pegar contra las olas. Me estaba preparando el traje de agua para ir a tomar el tercer rizo. Dispuesta a salir. El barco ha cogido una ola y he oído un golpe. He entendido inmediatamente qué era.

Esa noche era complicado porque había mucha mar, el palo golpeaba sobre el barco, la botavara sobre cubierta. Un winch del mástil estaba agujereando la cubierta. Quería esperar de día para estar más segura para limpiar el mástil, pero al final lo he cortado todo. Lo bueno de ese infortunio es que hubiera podido pasar en sitios mucho más hostiles y más difíciles de gestionar. Aquí estoy a 100 millas a barlovento de Madeira. Tengo gasoil, tengo el motor y hago rumbo a Madeira.

Tengo la moral en mis calcetines rojos (sus calcetines garantes de felicidad, como las que llevaba el neozelandés Peter Blake durante su Copa América triunfal en 1995, N. de la R.). Es duro, no solo para mí, sino también para mi equipo de tierra, para todos mis amigos, los patrocinadores que me han seguido y que lo han dado todo, toda su energía en este proyecto. Pero no soy la única con la moral muy baja. En esto va bien estar en familia, te pueden apoyar. Hay que superarlo, encontrar el próximo reto y volver a navegar muy rápidamente”.

Se espera que San llegue a Madeira durante la madrugada del sábado 17 de noviembre. Su equipo de tierra estará allí.