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El “monstruo marino”, con forma de calamar, que lleva monóculo

2 marzo 2017

El curioso monstruo marino que tiene problemas de visión

Si no tuviéramos de nuestro lado a la ciencia, diríamos que este “calamar estrábico”, porque este es su verdadero nombre, podría ser poco menos que un monstruo marino. Sin embargo, no podíamos estar más lejos de la realidad. Y es que, según un estudio que ha sido publicado en la revista Philosophical Transactions B, este extraño animal marino no es otra cosa que un calamar con un problema ocular realmente particular.

Un sistema visual realmente extraño y peculiar

Tras revisar y estudiar un total de 150 filmaciones de este calamar, el equipo de investigadores ha llegado a una conclusión que resulta sorprendente desde el punto de vista de la propia evolución animal.

El monstruo marino con monóculo
Fuente: Vozpopuli.com

Efectivamente se corrobora lo que ya se había detectado visualmente. Esta especie de calamar tiene un ojo completamente normal y otro con una especie de deformidad que hace que tenga la apariencia de una especie de esfera brillante.

Pues bien, lejos de ser una especie de aberración, este sistema visual es utilizado para poder captar distintas fuentes de luz de modo que no solamente es capaz de distinguir a sus víctimas sino que al mismo tiempo es capaz de distinguir a los que quieren terminar con él. Y todo ello con la ventaja añadida que su ojo esférico es capaz de tener un radio de visión mayor.

[bctt tweet=»Conoce toda la información sobre el calamar que tiene un monóculo para cazar a sus presas. #MonstruoMarino» username=»NauticalNewsTdy»]

Además, también se ha podido comprobar que el ojo de mayor tamaño, el esférico, siempre está orientado hacia la superficie para poder captar una mayor cantidad de luz. Mientras tanto, el otro, el de menor tamaño, está orientado hacia las profundidades. Al haber menos cantidad de luz, según los investigadores, parece normal que ese ojo haya menguado. Se trata de una optimización de recursos por parte de este calamar.

Un ejemplo más de lo que la naturaleza puede hacer, a cientos de metros de profundidad, en busca de un objetivo básico que no es otro que la supervivencia de la especie.