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La ingenuidad destructiva del maná dentro del turismo náutico

4 agosto 2016

En esta misma columna en el pasado mes de abril reflexionaba sobre como los negocios vinculados al turismo y en especial al turismo náutico habían afrontado la deseada Semana Santa de cara a lo que era la apertura oficial de la temporada.

En ella concluía que pese a la pasión, los empresarios náuticos no habían superado el examen,  pero que aún quedaba la repesca para superar el examen final cuando comenzara la temporada alta del turismo náutico.

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Ahora ya nos encontramos comenzando el mes de agosto, y después de haber corrido mucho en estas últimas semanas junto con un buen ramillete de empresarios náuticos que operan en el Mediterráneo, el Cantábrico y el océano Atlántico el horizonte sigue siendo difuso.

Lamentablemente lo que me he seguido encontrando ha sido alarmante, donde las empresas han seguido enfrentándose a desafíos tan básicos como son la comunicación interna y la coordinación de sus servicios.

Vuelvo a profundizar en un punto clave para que una empresa no entre en una espiral de autodestrucción y más si es una empresa que presta servicios o experiencias náuticas al cliente final. La comunicación dentro de la empresa es imprescindible para que la estrategia marcada desde la dirección llegue de manera inequívoca a todo el equipo de trabajo y el no conseguirlo, es el principio de una cadena de problemas que llevarán a la desestabilización de la empresa.

Muchos empresarios náuticos ven el verano como un maná que les va a llenar de doblones de oro sus bodegas. Y es cierto, pero el maná siempre viene acompañado de análisis, estrategia, comunicación, trabajo y más trabajo.

Turismo Nauitco Mujer velero

Centrándonos en la comunicación interna, esta, bien llevada, se convierte en una herramienta que nos ayuda a catapultar a la empresa hacia la senda del éxito.

Un equipo bien informado de cuales son los objetivos de la empresa, de que medios se disponen para conseguirlos y de cuales son los productos / servicios que van a ofrecer, es un equipo que trabaja cómodo, con responsabilidad y sin darse cuenta, sin ser directamente del equipo comercial, comenzarán a vender, generando confianza y por consiguiente, ayudando a que la rueda no pare de girar.

Parece un handicap sencillo pero las empresas náuticas siguen sin conseguirlo. La comunicación interna genera líderes más fuertes, favorece la empatía y empuja a las empresas hacía el maná.

Y el maná sólo se aliará con aquellas empresas que se encuentren más preparadas y decididas.