Las últimas opciones se juegan durante el día de hoy en la Volvo Ocean Race antes de llegar a Auckland

El equipo español ha decidido cruzar el archipiélago de las islas Salomón por el medio, entre Choiseul y Santa Isabel, estrategia que el equipo kiwi y el equipo chino han secundado horas después

Las cartas están sobre la mesa y la tripulación del “Telefónica” ha tomado la decisión: las islas Salomón, por el medio, entre Choiseul y Santa Isabel. Sin lugar a dudas, este archipiélago en medio del Pacífico marcará las últimas millas de la cuarta etapa de la Volvo Ocean Race, y en su aproximación a él el “Telefónica” ha firmado buenos registros al navegar a una media de 16 nudos de velocidad, lo que le ha permitido recorrer 386 millas en 24 horas, 46 millas más que los franceses y 56 más que los estadounidenses. La misma ruta han tomado, horas después, los neozelandeses y los chinos para intentar desbancar a los líderes de la etapa del podio en Auckland (Nueva Zelanda).

Las últimas 2.000 millas de la etapa no van a dar ni un respiro a la flota que se ha vuelto a dividir en dos de cara a la superación del archipiélago situado al Este de Papúa Nueva Guinea y mientras el “Telefónica” lidera el grupo que navegará entre islas, el “Groupama”-junto con el “Puma” y el “Abu Dhabi”- se ha ido al Este buscando alejarse de ellas.

Si los cálculos no fallan, dentro de unas diez horas –quince como mucho- el equipo español navegará en una zona totalmente desconocida con la que Iker Martínez tendrá que lidiar. Diego Fructuoso no tuvo reparos al afirmar desde el “Telefónica”: “Estamos en un momento muy importante de la etapa. Si conseguimos pasar bien esa zona, cualquier cosa puede pasar en lo que a resultado de la etapa se refiere. La parte positiva es que los dos barcos que vienen por detrás nos siguen, así que si sale mal saldríamos cuartos y justo por delante de ‘Camper’, nuestro inmediato perseguidor en la general”.

Nuevas posibilidades

De quién supere mejor la nueva zona de inflexión dependerá, en gran medida, el resultado final de la etapa por lo que el optimismo a bordo es máximo ante la posibilidad de seguir mejorando posiciones. “Si sale bien, nuestras opciones de estar en el podio son bastante grandes y quién sabe si algo más… Pero no podemos pensar en eso ahora. Hay que navegar lo más rápido posible y ver qué nos encontramos allí. Todo el mundo a bordo está muy motivado y deseando pasar bien esa zona” confirmaba el cartagenero.

Noche de remontada

Sin lugar a dudas, la noche ha sido excepcional para el “Telefónica”. Si ayer a las 17:00 hora española el barco liderado por Iker Martínez volvía a colocarse en tercera posición, durante las siguientes horas el “Telefónica” firmó una espectacular remontada que le colocó a menos de tres millas de los estadounidenses del “Puma” logrando distanciarse hasta en 45 del “Camper with Emirates Team New Zealand” –ahora cuarto- gracias, en gran medida, a los buenos registros de velocidad firmados durante la noche. Hasta en tres partes consecutivos el “Telefónica” se colocó como el barco más rápido de la flota. De todas maneras, no se puede pasar por alto la distancia lateral que existe entre españoles y estadounidenses, de más de 200 millas.

A las 11:00 hora española, el “Telefónica de Iker Martínez” mantenía rumbo Sur puro y se colocaba a la altura de la isla de Choiseul con vientos de 15 nudos de intensidad del Este, lo que le permitía firmar una media de 15 nudos de velocidad.

¡Feliz cumpleaños!

Pero la vida sigue, aunque sea a bordo del monocasco más veloz y en plena competición. Zane Gills, uno de tripulantes más jóvenes del “Telefónica”, celebra hoy su 29º cumpleaños y, como era de esperar, alguna sorpresa tendrá a bordo. Ante una fecha tan especial, Fructuoso adelantaba: “Luego le cantaremos el cumpleaños feliz y le daremos unos regalitos que su novia nos ha dado para él”.

Asimismo, el tripulante de comunicación del “Telefónica” aprovechó las últimas líneas de su reporte diario para felicitar a su hermano, quien también celebra su cumpleaños: “También es el cumpleaños de mi hermano, así que este día no se me podía olvidar: ¡Felicidades!».