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Incentivos náuticos low cost. ¿La solución?

25 abril 2013

Adaptarse o morir. Esta es una de las premisas más de moda en las ponencias de los gurús corporativos.

Si bien es cierto que esa afirmación ha sido la que ha ido moviendo el mundo y ha provocado su evolución general, en estos momentos genera tensiones, malestar y pavor, sobre todo en las grandes corporaciones.

Con todo esto, parte del sector MICE en Europa está mal sobreviviendo con el concepto “Low Cost”. Esto conlleva que el sector náutico vaya adaptando sus productos a este concepto pero… ¿Es la línea correcta?

Ya os digo que no. Y os pongo un ejemplo: España, miles de kilómetros de costas e islas de gran impacto a nivel internacional, donde el producto “Low Cost” mal enfocado y peor comercializado generado en los últimos años, ha ido exportando una imagen de este país donde todo vale…

Estoy navegando en un ferry, por cierto con muy mal tiempo, después de realizar algunas visitas de inspección para algunos eventos náuticos de próximos clientes.

En estas reuniones previas, empresas que tienen un presupuesto muy generoso para agasajar a sus invitados, capaces de cerrar un circuito de F1 con coches de alto lujo, vienen ya con el concepto de que, -“Si, esta empresa me ha pasado este presupuesto pero tal y como está España, seguro que me lo hacen por un 25% menos, como poco”-.

Y lo peor de todo es que es cierto que en España hay “empresas” que pueden engañar a un cliente con tal de llevarse el evento, aún a sabiendas de que no podrán ofrecer la mínima garantía y calidad que les está demandando el cliente.

La consecuencia: si al final esa empresa realiza el evento, quedará descontenta y exportará una imagen aún peor de con la que llegó a este país.

Pero este fenómeno no es exclusivo de España. Francia, Italia y Portugal están a la zaga de este fatal fenómeno del “Low Cost”.

En defensa de este concepto puedo decir que sí hay productos náuticos que pueden adaptarse al incentivo náutico “Low Cost”, pero el límite entre lo correcto y lo chabacano es tan fino, que es un arte el conseguirlo. De esto, hablaremos en un próximo artículo.

Extrapolando conceptos, podríamos hablar de Air Berlin y Ryanair. Las dos, son compañías aéreas “Low Cost”. Sin embargo, en una te caben las piernas y tienes una pantalla led con información del vuelo, etc.. y en la otra te venden a su madre, si hace falta, por megafonia.

Corporativamente y personalmente hay que estar en constante evolución, reinventándose, pero no por la situación económica en la que nos encontremos, sino por el afán de dar un mejor servicio, optimizando recursos.

Pero para terminar con energía positiva, podríamos hablar de que pese a que en el “primer mundo” nos parece que esto se ha acabado, hay países que no viven el mismo momento. El cono sur americano y países emergentes, navegan en otras aguas mucho más azules, llegando a ser turquesas.