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Grupo Navega asiste a la Audi MedCup en Alicante

19 mayo 2009

AUDI MEDCUP ALICANTE

Este año, Grupo Navega, no ha querido perderse uno de los eventos náuticos profesionales más interesantes del calendario, la Audi MedCup. 

A lo largo de cinco días, Alicante, fue el centro de la vela mundial donde  se realizaron las regatas de las clases TP52 y GP42. Un total de 19 embarcaciones compitieron en condiciones muy variables.

El viento estuvo de capa caída y salvo un par de mangas, el resto se realizaron con vientos bastante suaves.

Lo más destacado de la regata fue la ubicación. Todos los barcos se trasladaron a los amarres del nuevo puerto de la Volvo Ocean Race en Alicante.

Se ha ganado en el cambio debido al gran espacio disponible y la organización ha utilizado todos estos metros cuadrados extra para mejorar la interactividad con el público que venía a visitar la regata. No obstante, aunque la intención ha sido buena, mucho trabajo le queda a la Audi MedCup para conseguir socializar este evento.

Pocos visitantes, restricciones para que grupos de empresa de los patrocinadores accedieran a visitar las embarcaciones y una filosofía más para la foto que para mejorar el aspecto social de la regata. 

Tampoco ayudaba que muchos de los regatistas, siempre hay excepciones que coinciden peculiarmente con las verdaderas estrellas, se mostraran inaccesibles para sus fans, niños y mayores que iban a conocer a esos «regatistas» que manejan los barcos tecnologicamente más avanzados de la temporada.

No estoy nada a favor con estos deportistas de «élite» con sueldos poco acordes a su profesionalidad. Creo que se olvidan que son personas normales y corrientes, que navegaron, con suerte, en optimist, raquero o cadete hace ya unos años y que  ahora navegan en estos barcos por razones poco convincentes. Como siempre, lo que falla en este deporte son las personas.

Los únicos que, al unísono, se mostraron más cercanos y con los pies en la tierra, fueron los del equipo Emirates Team New Zealand que no dudaban en firmar autógrafos e interactuar con el público en general. Algo normal, conociendo la filosofía de este deporte en este país que es como la del reporte rey en España, salvando las distancias.

Abogo y espero que la organización recapacite sobre el acercamiento de este evento náutico a la sociedad ya que engrandecería la regata de manera muy significativa, produciendo un efecto mariposa que tumbaría alguno de los pilares poco sólidos de este deporte.

Volviendo a la regata, la organización en el agua fue impoluta, desde el comité de regatas pasando por los balizadores y finalizando por el equipo de tierra. Algo no habitual y siempre de agradecer. 

Al final, en el aspecto deportivo, ganaron los barcos de última generación pero la lucha está servida y nadie se rinde. Ni el barco más antiguo, el Bribon, quiso dar su brazo a torcer y una de las pruebas lideró toda la manga hasta los últimos bordos donde el Artemis le arrebató un triunfo que hubiera significado mucho.

La próxima cita se celebrará en aguas de Marsella a mediados del mes que viene.