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El Team Telefónica se enfrenta al dilema Santa Helena para alcanzar el liderato en la Volvo Ocean Race

17 noviembre 2011

Pasadas las seis de la mañana en España el “Telefónica” de Iker Martínez atacaba el paso por el primer punto obligatorio de la Volvo Ocean Race, aunque no puntuable: el archipiélago de Fernando de Noronha, en Brasil; manteniendo la segunda posición de la flota y prácticamente a la misma distancia que el “Puma” hace 24 horas.

Comienza una nueva fase de la primera etapa entre Alicante y Ciudad del Cabo, en la que el “Telefónica” tiene también una nueva meta: cruzar la alta presión de Santa Helena. Por ello, a corto plazo en el “Telefónica” están concentrados en el Sur, avanzando con ese rumbo lo más rápido posible, a más de 15 nudos como indica el último parte de posiciones publicado. A medio plazo, está el pasar el anticiclón, para lo que tendrán que buscar el mejor hueco.

En este camino los que están más al Oeste, el caso de los barcos “Telefónica” y “Puma”, tendrán que tener cuidado de no acercarse demasiado a la costa brasileña, en donde suelen formarse nubes de gran tamaño con mucho viento en los cantos y cero en el centro, además de mucha agua acumulada y acompañadas normalmente de tormentas eléctricas. Aunque más de uno está especialmente contento por navegar cerca de Brasil, como es el caso del jefe de guardia del “Telefónica” Joca Signorini, natural de Rio de Janeiro. “Está contento porque vamos a pasar por su país, además me ha dicho que hace un par de días había sido el día de la República…”, comentaba Diego Fructuoso desde a bordo.

Más de 3.200 millas náuticas ya recorridas, otras tantas por completar y sólo 13 millas de distancia entre primer y segundo clasificado, además de una diferencia de rumbo entre ambos barcos de sólo cinco grados… Con este contexto, el trimmer Xabi Fernández ha vaticinado que pasado Fernando de Noronha “seguirá siendo un poco una carrera de caballos detrás del ‘Puma, una persecución… A ver si le vamos pillando poco a poco y después ya iremos viendo cómo planteamos la llegada a Ciudad del Cabo”, decía el vasco.

Con una competición tan reñida la concentración a bordo es crucial. Sólo ésta se rompía ayer momentáneamente durante la visita del Rey Neptuno. Diego Fructuoso era el único de los 11 tripulantes del “Telefónica” que no había cruzado nunca el Ecuador y, “como manda la tradición, el Rey Neptuno visitó a aquellos marineros que nunca antes lo habían cruzado para revisar sus pecados y permitirles el paso”, ha explicaba esta madrugada el propio Fructuoso. “Estaba sólo ante el peligro… Mi penitencia fueron: unos peces voladores que mis compañeros habían guardado durante varios días y que me echaron por el cuerpo, un corte de pelo y una bebida no muy agradable…”.