Tras varios días apuntando al Oeste –algo que en el Atlántico no ocurría desde la primera etapa, cuando la flota navegaba rumbo a Ciudad del Cabo (Sudáfrica)- el “Telefónica” ha puesto la proa apuntando al Noreste y es cuestión de horas que se supere la barrera de las mil millas a destino cuando todavía queda mucho por decidir en la octava etapa de la Volvo Ocean Race.
Tras el paso de San Miguel, en el punto de mira está la borrasca formada en el Noroeste de Galicia y que poco a poco se está acercando a la península ibérica. En cuanto la flota “suba” a esta baja presión «cabalgará» a toda velocidad hacia la Bretaña francesa, con vientos de en torno a 40 nudos.
Los vientos duros pondrán a prueba, una vez más, a la flota al límite por lo que a bordo del “Telefónica”, según Fructuoso, comienzan a prepararse para condiciones extremas: “El viento empezará a subir en breve y parece que será fuerte. Nos quedan poco más de 1.000 millas, pero cualquier cosa puede pasar”.
Un paso por Azores con animación incluida
Sin lugar a dudas, el paso por San Miguel ha supuesto una inyección de moral para la tripulación española, que vio cómo los aficionados portugueses salían en plena noche al agua para, desde sus respectivos barcos, animar al “Telefónica”.
Para Diego Fructuoso, ésta ha sido una de las escenas más especiales de las vividas hasta el momento y no dudó en agradecer el esfuerzo de todos y cada uno de los fans del Team Telefónica: “Por cierto, aunque era de madrugada, varios barcos han salido a nuestro encuentro por las Azores. ¡Gracias!”, concluía.
Editor especialista en el deporte de vela, tanto en vela oceánica como en vela ligera y olímpica. Colaborador de prensa deportiva a nivel nacional.