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El Melges, un pepino de 32 pies

23 septiembre 2011

La bahía de Palma acoge estos días el Campeonato del Mundo de Melges 32. Viéndolo desde fuera parece un barco de regatas, pero en versión pequeña. Para este Mundial se han desplazado a Palma 29 equipos, casi todos americanos e italianos. A mi me parece un buen barco, divertido y rápido cuando hay viento, pero a la vez un tanto pequeño.

Puede que sea una Clase capada. La caña la tienen que llevar los armadores, pero con la condición de que no sean profesionales (grupo 1) y de los ocho tripulantes sólo tres pueden ser profesionales (Grupo 3). La limitación no está mal, pero existe la pega de ¿quién es profesional y quién no lo es?

Los brontosaurios de la ISAF siguen capando algunas Clases, claro que con el consentimiento de los armadores de esas clases. Es un barco relativamente barato (no llega a los 200.000 euros puesto en el agua), pero no está al alcance de cualquiera porque la limitación que se pone en la profesionalidad de los regatistas es muy absurda. Aquí se abre el debate, aunque éste no existe porque la ISAF no es un estamento precisamente democrático.

De momento hay dos unidades españolas: el “Bribón”, de Marc de Antonio y Sofía Beltrán y el “Turismo Rías Baixas”, de Santiago Esteves. Vimos en Palma a Sergio Llorca con sus armadores de Ceuta, que se están interesando en esta clase, y José Cusí nos comentó en Barcelona que va a intentar echar una mano a todos los armadores jóvenes que quieran comprar una unidad.

La Clase, a pesar de que está celebrando su tercer Campeonato del Mundo debe madurar mucho más. Es muy importante los juicios en el agua, para no perder tiempo en discusiones absurdas en tierra, pero los Melges aun no tienen Jueces preparados para eso. Algunos, no todos, pero sí la mayoría, siguen estando en la era terciaria. No se saben colocar en el agua porque nunca lo han hecho y se limitan a sacar banderas amarillas (significa: no estoy seguro de lo que ha pasado) y a abroncar a las dos escasas lanchas de fotógrafos que hay en las balizas.

Me contaba Vasco Vascotto, que la clase tiene un gran nivel y que es un barco, aunque pequeño, muy goloso para que los tácticos puedan entrenarse de cara a participar en otros más grandes. Hacen dos mangas al día, cuando podrían hacer tres. Los recorridos se miden en tiempo y no en millas, es decir, el Comité de Regatas debe calcular que las mangas duren al menos una hora sin importar las millas que se naveguen.

En fin, que impresiona ver casi treinta unidades amarradas en los pantalanes del club todos bien colocados. El Circuito MedCup ha perdido una gran oportunidad por no haber incluido a esta clase en su programa. Cuestión de negocio, claro está.