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Ibiza es como una llamada de la selva para la gran mayoría de sus visitantes, que desembarcan de mil maneras.
Mientras el turista temporero se adueña de los hoteles, otro más clásico se incrusta en los lujosos agroturismos, jóvenes con macuto deambulan la Ciudad acabando en el bullicio británico de San Antonio aunque las famosas discotecas engordan al alucine juvenil mayoritario empalmando secuencias que llegan a durar varios días.[/lang_es][lang_es]
Fiestas Trance para intimidades conocidas que se inician en una puesta de Sol de cualquier cala y acaban en un sitio que solo alguien conoce siguiendo una caravana alucinante al lugar secreto del anfitrión y danzar al amanecer iluminado que los DJs van marcando mientras el personal brinda con el agua reparadora…
La Ciudad se enciende cuando cierran las discotecas, se traslada la fiesta junto al mar y el Sol amanece del todo. A las 7 de la mañana en el Puerto se abre el Ténessis, a las 8 el Estrella y a partir de esta hora las medias de tostada con tomate y café con leche van manchando los diarios matutinos del personal que inicia el día. Llegan los ‘vapores’ super-rápidos con la carga humana desde el Continente o islas de la vecindad. El muelle de Formentera es el más animado, Formentera siempre estuvo de moda pero ahora es increíble, el año pasado he leído que recibió más de un millón de visitantes.
Ibiza ciudad, Patrimonio de la Humanidad , encierra el gran tesoro cultural de la historia entre sus piedras, es un cofre abierto al investigador o al curioso aficionado turista sensible que goza del conocimiento. En Ibiza se cocinaron los mejunjes de mil comerciantes, piratas o conquistadores que arribaran en los antaños, mientras en los interiores de la Isla la secuencia humana conservó la naturaleza de los devenires más auténticos, con su folklore perdido en las profundidades del mundo ibérico y su rica lengua ibicenca.
El turismo ha desplazado la vida en la Ciudad , aquel viejo puerto de pescadores es hoy un populoso puerto de viajeros, sus tabernas ya no huelen a pota y suisé, desapareció la lonja de pescado y se adaptaron los muelles a las nuevas naves que hoy surcan los mares. Los ibicencos de toda la vida dejaron sus casas de “sa Marina i Dalt Vila” para habitar una nueva Ibiza mientras sus viejos barrios se animaban con un colorido zoco de tiendas y nuevos bares, conservando algunos su situación tradicional pero no el olor, el viejo mercado “Es mercat Vell” sobrevive con la modernidad frontera al gran Rastrillo, este da paso al interior del recinto amurallado que salvo el obispado y el ayuntamiento pocos más vecinos quedan de la autoctonía.
A continuación del barrio marinero la vieja ampliación decimonónica de Vara de Rey y la Plaza del Parque se reparten terrazas y mentideros donde la neomodernidad vieja mantiene la energía vivencial para el recien llegado que rápidamente descubre su tribu, en la calle San Jaime a continuación de la Plaza del Parque puedes sentirte fuera del tiempo entre las mil magias orientales que el amigo Tony OUT TIME dj on the rock conoce y proporciona a su colorida clientela.
Esta tarde el calor se aguanta, sopla una suave brisa que mueve las hojas de los árboles y refresca a los viandantes curiosos parados frente los puestos que ofertan incansables sus artesanías universales pues hay de todo y todos lo que nadie pues nadie tiene otra cosa.
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Artículos y reportajes realizados por el staff de Nautical News Today sobre cultura del mar, notas de prensa del sector náutico, regatas, eventos náuticos,…