A principios del año 2008 el ministerio competente decidió legislar todo tipo de concentración náutica para reglarla y garantizar la seguridad de los mismos. Esta ley tiene buen fondo e intención, pese a que evidentemente hay que afinarla para que los deportes náuticos y toda competición que se realice en el mar no se vea perjudicada en su promoción. El problema es que dicha ley no ha sido debidamente informada o formada a las distintas capitanías de España con lo que la autoridad competente para aprobar o denegar las concentraciones náuticas se ve incapaz de resolver las situaciones diligentemente y tiran «por la calle de en medio».
Al final los que pagan el pato son los amantes del mar y aficionados a los deportes náuticos. Esta vez le ha tocado a la Regata del Maresme pero si no se hace algo ¿Quién será el próximo?
Si queréis leer todo lo que ocurrió podéis pinchar en el enlace de la Asociación de Navegantes de Recreo.
Editor especialista en el deporte de vela, tanto en vela oceánica como en vela ligera y olímpica. Colaborador de prensa deportiva a nivel nacional.