El 2010 ha sido «el Año Internacional de la Biodiversidad» y si bien se ha logrado mostrar y transmitir la importancia que la biodiversidad tiene para el equilibrio de nuestro planeta, aún nos queda mucho por hacer. Los océanos por ejemplo, que albergan más de 250.000 especies conocidas y cientos de miles más aún por descubrir, necesitan con urgencia más y mejores medidas de protección.
A pesar de ser una de las grandes reservas de recursos para el hombre, nuestros mares se enfrentan a grandes amenazas. Mientras continúa la carrera desmedida por la búsqueda de nuevas fuentes de petróleo, hemos sido testigos en el Golfo de México de uno de los vertidos más graves de la historia. Por si fuera poco, la falta de voluntad política permite que la industria pesquera vacíe nuestros océanos y desatienda las recomendaciones científicas que permitirían mantenerlos saludables y abundantes.
A lo largo de 2010, Naciones Unidas ha organizado conferencias, exposiciones y actividades para intentar sensibilizar a la población y a los gobiernos sobre la importancia de la variedad de vida en la Tierra para el bienestar humano y de las consecuencias de su pérdida. Es el momento de que los gobiernos se pongan serios sobre la salvación de las especies y se aseguren que esté arriba en su agenda para el próximo año, ya que es una carrera contra el tiempo.
Sin embargo, las soluciones están ahí y aún estamos a tiempo para actuar. TODOS debemos de continuar luchando en 2011 para proteger los hábitats marinos, apostar por las energías limpias renovables y promover la creación de nuevas áreas marinas protegidas y el uso sostenible de nuestros recursos marinos, todo por unos océanos que sorprendan con su riqueza a las generaciones futuras.
Fuente: Oceana
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