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Vendee Globe 2012. Bernard Stamm se enfrenta a la niebla, no ve más allá de 200 metros a la redonda

30 diciembre 2012

Los trece competidores de la Vendée Globe anuncian esta mañana buenas velocidades medias que les permiten pisar el acelerador… Mientras en cabeza de flota, los hermanos de armas François Gabart (Macif) y Armel Le Cléac’h (Banque Populaire) siguen codo a codo, Jean-Pierre Dick (Virbac Paprec 3) ha reducido todavía más su distancia esta noche. Con su Cheminées Poujoulat, Bernard Stamm ha puesto más madera: parece dispuesto a zamparse de un bocado a Arnaud Boissières (Akena Vérandas).

A bordo del Cheminées Poujoulat, que se abre paso entre una espesa niebla a 19 nudos de media, Bernard Stamm no ve más allá de 200 metros a la redonda. Pero en cuestión de energía, con sus dos hidrogeneradores nuevamente en marcha, su visibilidad ha superado de largo las dos horas que le permitían sus baterías cuando estaba en escala técnica. Es lo que explicaba el marino suizo, lleno de emoción, en la Regata en Directo: “Sólo tenía medio litro de agua dulce… luego siempre puedes pedir auxilio y tirar la toalla”. No es lo que ha hecho.Tras 50 días en el mar, Bernard, ahora décimo, solo aspira a una cosa: navegar y olvidar las reparaciones.

Navegar, a fondo, es a lo que se dedican Armel Le Cléac’h y François Gabart, que hoy se han pasado el relevo repetidamente. Ayer, ambos se han visto, filmado y contactado en la VHF para conversar unos minutos, sorprendidos de seguir estando tan cerca después de tantos días de navegación. En las próximas 48 horas, su brazo de hierro va a transformarse en apretón de codos. Un puñado de icebergs ha sido detectado al sur y el este del cabo de Hornos. Uno de ellos (150 m. de alto y 200 de ancho) incluso ha embarrancado en el bajo fondo de las islas Diego Ramírez, pequeño archipiélago a 50 millas al suroeste del cabo de Hornos, y libera a cuentagotas fragmentos de hielo. Armel y François no tendrán otra elección que estar en vela, atentos al radar y a la observación visual, para evitar chocar contra una de estas rocas de hielo. Pueden apostar que se avisarán en caso de peligro…

Javier Sanos decia “Estoy navegando bastante a rumbo, ahora tengo que desviarme un poco hacia el este para tener mejor ángulo dentro de 24 horas. Para entonces el viento rodará más a poniente y tengo que estar al este para coger mejor la boya de arriba de la puerta y no tener que trasluchar veinte veces. Por eso, ahora no gano tantas millas como los de delante pero dentro de doce horas creo que me acercaré y ganaré unas 100 millas. Y por detrás, hay buen viento, pero de momento lo tengo controlado y bien, espero que no vayan más rápido que yo. A bordo todo bien, sin ningún mayor problema.