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Turismo Náutico en Lisboa. Salida natural al Atlántico

5 octubre 2016

Lisboa es la capital del turismo náutico si de lo que hablamos es de proyectos oceánicos, potenciada por una historia plagada de aventuras de mar y conquistas.

Portugal es país de exploradores y comerciantes, que vive su máximo exponente en la ciudad de Lisboa, influyendo con su energía la franja de costa desde el Cabo da Roca, al norte, hasta la Cova do Vapor, en la orilla sur del río Tajo.

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Un poco de historia

Hablar de la historia de Lisboa es complejo. Elenco de culturas, plagado de leyendas y fusiones dieron como resultado una población que miraba al mar desde donde recibía gran parte de la riqueza que esconde la capital de Portugal.

Por comentar algunos de los hitos más importantes en su cronología histórica me atrevería a decir que el “garum”, una especie de salsa de pescado afrodisíaca, muy demandada en la antigua Roma, fue parte del origen de la historia, poniendo en el mapa a esta ciudad atlántica, generándole grandes ingresos, junto con la sal, el vino y los caballos.

Pero una vez más, fueron los árabes los que hicieron florecer una ciudad de la península ibérica, en este caso Lisboa, con sus habilidades como comerciantes, hasta que fue reconquistada por el cristianismo, uno de los eventos históricos más importantes para el pueblo lisboeta.

En plena efervescencia económica, se llegó a la edad de oro de las expediciones portuguesas, también llamada Era de los Descubrimientos, donde Vasco de Gama fue su máximo exponente durante en el siglo XVI.

En la actualidad, Portugal y Lisboa vuelven a despuntar en su iniciativa comercial, con una gran apuesta por el mar para volver a liderar la economía azul.

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Descubriendo la salida natural al Atlántico

Uno de los elementos más importantes de Lisboa ha sido y será el río Tajo o “Tejo” como lo llaman ellos.

Lisboa es la ciudad donde desemboca el Tajo, generándose un puerto natural de extraordinaria importancia por ser una zona de abrigo perfecta para recalar antes de emprender el viaje a las Américas, o deseada para cobijarse después de semanas en el Atlántico.

Lisboa ocupa la orilla norte del Tajo, y a lo largo de su recorrido hasta el mar nos encontramos muelles, zonas de amarre y puertos donde hierve la vida cuando el sol regala algunos de sus rayos con su presencia.

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Entre los más populares encontramos la dársena de Belem, a los pies del monumento del Descubrimiento, uno de los puntos más visitados de Lisboa por los turistas. A pocos minutos de navegación, por mar, o andando, por tierra nos encontramos otro monumento muy interesante de visitar. Hablo de la Torre de Belem, una construcción dedicada a la vigilancia militar de todo lo que entraba en el Tajo en antaño.

Pero si entramos navegando en Lisboa, nuestra referencia física, ahora ya no es la torre vigía, sino el impresionante puente del 25 de Abril, que atraviesa el río. La vista es impresionante y cuando entras, sientes que estás llegando a una puerto importante.

Una sensación que tiene las tripulaciones de la Volvo Ocean Race ya que la organización, edición tras edición está dando, con criterio, más peso específico a esta ciudad dentro de la ruta vuelta al mundo a vela.

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Alrededores de Lisboa

Si Lisboa y su estuario son una maravilla para los que buscan una vacaciones náuticas, sus alrededores ofrecen un plus que engrandecen superlativamente a la capital lusa.

Empezando por la parte más alejada de la costa de Lisboa, que yo delimitaría con el Cabo da Roca, punto más occidental de la península Ibérica y Eurasia. Este cabo se encuentra dentro del Parque Natural de Sintra-Cascais y es un punto mágico para los amantes de la navegación oceánica.

También en esta zona nos encontramos con Sintra, de obligada visita y Cascais, que cuenta con el puerto deportivo con más actividad deportiva a nivel internacional de toda Portugal. Sede de regatas de la Copa América, la Audi MedCup, RC44, y multitud de circuitos de vela que desean competir en estas agua por sus excepcionales condiciones meteorológicas.

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Además, la Marina de Cascais es el lugar idóneo para recalar, con multitud de servicios, cerca de Lisboa, con un casco histórico muy interesante y unas playas perfectas si no te importa la temperatura del agua.

Si seguimos acercándonos a Lisboa, nos encontramos con Estoril, señorial y que vivió su época dorada en los siglos pasados donde los mayores magnates de Portugal querían poner sus mansiones donde veranear. Testigo de ello, aún existen verdaderos palacetes y el Casino de Estoril, donde la clase y el lujo son sus marcas de identidad, ostentando en la actualidad el título de casino más grande de Europa.

Si vamos de Cascais a Lisboa navegando, el primer puerto deportivo que nos encontramos antes de llegar a la Torre de Belem es la Marina de Oeiras. Un nuevo puerto deportivo que está situado en un lugar estratégico a la entrada de la desembocadura del Tajo, lo que permite una navegación libre de mercantes desde que sales por su bocana.

Y es que no podemos olvidar que el puerto de Lisboa, lucha con el de Bilbao por se el de mayor tráfico de contenedores del “Arco Atlántico Europeo”.

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Saltamos a la orilla sur del Tajo y comenzamos otro viaje diferente. El punto más cercano para enfilar en el otro extremo del río es la Cova do Vapor, comienzo de una zona de playa de arena fina que tiene unas dimensiones extraordinarias con más de 14 millas de longitud y perfecto para practicar deportes náuticos como el kitesurf o el surf.

Mi viaje ideal

Para mí, el viaje ideal para disfrutar de la Lisboa más náutica sería volar hasta el aeropuerto de Portela, si no podemos llegar navegando desde España, e ir a Marina de Cascais donde contratar alguno de los veleros de las empresas de charter que allí se alojan para disfrutar de tres o cuatro días del océano y la desembocadura del Tajo.

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La primera noche, ya que estamos en Cascais, la pasaría en su marina, aprovechando para visitar esta ciudad costera. Al día siguiente, el cuerpo seguro ya te pide navegar y disfrutar del océano. Si quieres marcha, directos a Cabo da Roca, que se encuentra a unas diez millas, y si quieres algo más tranquilo, travesía hasta el puente 25 de abril en Lisboa para atracar en alguno de sus dársenas o puertos deportivos.

Un par de noches con travesía cortas por la zona del Tajo combinándolas con paseos por Lisboa.

Después de devolver nuestro barco en Cascais, me centraría los últimos día en Sintra, Estoril y sus playas. Algo relajado para no volver a casa con la necesidad de unas vacaciones de tus vacaciones…