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Termina la edición «menos oceánica» de la Volvo Ocean Race

9 julio 2012

En noviembre del año pasado se daba el pistoletazo de salida a la regata oceánica más importante del calendario mundial, con presupuestos astronómicos en 5 de los 6 tristes equipos participantes.

Comenzaba en Alicante con polémica y ha terminado con más desazón en Galway, nueve meses después, donde uno de los equipos «predilectos» de la organización ha ganado esta edición de la Volvo Ocean Race. Groupama 4, con Franck Cammas como patrón, han hecho una regata inteligente y con mucho coraje. Es justo ganador, donde su punto álgido fue la rotura de su mástil en aguas de Uruguay y su templanza de recalar en Punta del Este para montar un aparejo de fortuna y conseguir un impresionante tercer puesto en la etapa reina de esta regata vuelta al mundo.

A Groupama también le ha sabido a gloria ya que como corporación está pasando una situación económica más que complicada, poniendo en jaque durante un par de etapas la continuidad del proyecto oceánico en la Volvo Ocean Race.

Personalmente no me ha gustado la regata. Ha estado totalmente desvirtuada, con poco acierto en la decisiones técnicas (ej. Aplazamiento de 24 horas de la salida de la etapa desde China hasta Nueva Zelanda), del comité de protestas, con la constante persecución a los equipos «molestos» intentando el desvío de la concentración del equipo (ej. nº de velas a bordo (Nueva Zelanda), penalización en la in port race (Portugal), del Team Telefónica,…) y de la «organización», de la cual ha habido una estampida de altos cargos a lo largo de estos meses por el complicado «ambiente» dentro de esta familia (Cargueros, puertos secretísimos, rutas comerciales en vez de oceánicas, restricciones, peso específico de las regatas costeras, decisiones políticas y comerciales antes que deportivas, entre las más llamativas).

Todo esto ha convertido a la Volvo Ocean Race en una regata sin «sex-appeal», sin gancho, cansina. Y lo dice un deportista, regatista, aficionado, profesional y amante de la vela que se ha criado con la Whitbread Round the World Race y ha vivido apasionado cada edición de la VOR.

El fiasco general ha sido tan profundo que a los aficionados y seguidores de seguidores de esta regata ha tenido más interés cual sería o será la próxima cagada de Knut Frostad que la regata en si.

No me gusta ser destructivo pero los que «mandan» y los que mandan a los que «mandan» deberían oir a su consciencia para no enviar al abismo a una regata de interés internacional, y lo que es más importante para sus bolsillos, su gallina de los huevos de oro.

Desde la parte más española de esta edición, con voz y voto después de haber realizado esta última edición de la regata, Iker Martínez y Pedro Campos, los máximos responsables del Team Telefónica ya han hablado y lo tienen claro «Si nos hacen caso (en referencia a los equipos) creo que será una regata mejor y si no nos hacen caso, pues nosotros no queremos participar».

Todo esto viene del cambio de modelo de barco, de la exclusión de un astillero español para construir las nuevas unidades y de la falta de tacto de Knut Frostad con el país que más le ha dado a la Volvo Ocean Race, España o ese «país del norte de Africa» como se ha oído en las reuniones más internas de esta regata vuelta al mundo.

Con este cambio en el modelo de barco para «abaratar costes» y su nuevo formato de monotipo, la maniobra ha sido sibilina. Me explico, antes, una regla abierta dentro de unos cánones, con libre elección de astillero. Ahora, cierro la fórmula, acuerdo contrato con un diseñador (que no vive sus mejores momentos a nivel de imagen dentro de los barcos de competición) y le doy la exclusividad a cambio de… échenle imaginación. Pueden llamarme mal pensado pero la realidad se ha ido mascando ahí fuera.

Resumiendo, si ha esta regata se le sigue permitiendo que tenga más peso específico a una organización que presuntamente maquilla datos a brochazos, velando por sus intereses, que no los de Volvo y se ningunea a los verdaderos protagonistas, tratados como títeres y funambulistas, esta regata se difuminará hasta que el consejo asesor de la Volvo o el directivo con dos dedos de frente cierre el chorro y volvamos a repetir el mismo cuento de la vela. Érase una vez un patrocinador quemado…

Felicidades Groupama 4!!!

– Franck Cammas

– Brad Marsh

– Charles Caudrelier

– Damian Foxall

– Erwan Israël

– Laurent Pages

– Martin Krite

– Martin Strömberg

– Phill Harmer

– Thomas Coville

– Yan Riou

– Bruno Jeanjean

– Jacques Caraës

– Jean-Luc Nélias

– Sebastien Marsset