El día y la noche en la Rolex Sydney Hobart 2016

Cuando hablamos de una regata del mundo de la vela, al menos dentro de un contexto normal, estamos hablando de una regata en la que si bien es cierto que las condiciones climáticas son incontrolables, no es menos cierto que en la gran mayoría de las ocasiones se realizan en aguas que están más o menos controladas y en las que, se supone al menos sobre el papel, que nada, o muy poco, puede suceder.

Sin embargo, y quién sabe si buscando un sello de distinción dentro de este deporte, en la Rolex Sydney Hobart se opta por llevar a cabo una regata única en la que el riesgo y el peligro son los absolutos protagonistas del evento. No en vano, y aunque ahora profundizaremos un poco más, la competición se lleva a cabo de manera ininterrumpida desde hace 69 años siendo las condiciones meteorológicas de buenas a muy adversas. Unos de los puntos más complicados de esta regata es el paso del estrecho de Bass. Un punto temido por todas las tripulaciones ya que el viento puede soplar de manera muy violenta y sin refugio cercano. Además, a esto se le une la navegación nocturna que siempre pone en alerta a todos los veleros por que una mal paso y puede dar con algún miembro del equipo en el agua, siendo su rescate tremendamente complicado.

¿Dónde y cuándo tiene lugar la regata de Rolex 2016?

Esta pregunta tiene una sencilla respuesta. En el puerto de Sydney el día 26 de diciembre justo a las 13 horas. Allí, un día justo después de Navidad, más de 100 embarcaciones, las cuales, suman alrededor de casi un millar de participantes. Y todo ello sin contar con el hecho de que en el mismo puerto en el que se da la salida, habrá del orden de 400.000 aficionados y entusiastas de este evento que ya es un clásico.

Pero, una vez que da comienzo la Rolex Sydney Hobart, lo primero que se hace es tomar rumbo hacia Hobart para, a continuación ir en dirección hacia el mar de Tasmania. Allí, en esas aguas, y encadenando la noche con el día, seremos testigos de un tipo de regata nunca visto en el mundo, navegando las 628 millas que separan la linea de salida en Sydney y la de llegada en el puerto de Hobart, en la Isla de Tasmania.

Condiciones extremas. Peligro asegurado

Es aquí cuando comienza lo realmente complicado. Porque, aunque tenemos que tener en cuenta que las primeras millas náuticas son casi un paseo pensado para poner a punto las embarcaciones, realizar fotografías, que los aficionados jaleen el nombre de los tripulantes y que las cadenas de televisión hagan sus reportajes de rigor, una vez pasado todo eso comienzan unas condiciones extremas.

Es cierto que durante las horas en las que el Sol acompaña a los regatistas, todo va miel sobre hojuelas pero, cuando cae la noche, el ritmo no hace sino que continuar ya que los adversarios aprietan los dientes y no dan por perdido ni una centésima de milla. En la noche, todo se vuelve más peligroso y los barcos se hacen bastante más difíciles de controlar por la falta de visibilidad. Pero, como suele decir, todo tiene su fin y, la Rolex Sydney Hobart, no es una excepción.

Más que nada porque cuando se enfila Hobart, de nuevo, los aficionados comienzan a hacer acto de presencia. Han sido más de 600 millas náuticas las que se han disputado y muchos los peligros que han tenido que sortearse. Pero ahora, es el momento de, a no ser que sea un final apretado, cosa que no hay que descartar en ningún momento, estas aguas permiten a los futuros ganadores darse un baño de multitud navegando los últimos metros con la alegría y el convencimiento del trabajo bien hecho.

Una competición, dos ganadores

Durante la Rolex Sydney Hobart, existen tres momentos de gran calado en el mundo de la náutica. Uno es la salida donde cualquier aficionado del mundo desearía estar, al menos, una vez en la vida. El segundo es cuando cruza la línea de llegada el primer barco en tiempo real llamado “Line Honours” que no es siempre el ganador absoluto de la regata pero que es el que mayores tributos recibe de los aficionados en un primer momento. Y por último, el barco ganador absoluto de la Rolex Sydney Hobart. Un ganador que se calcula por el tiempo compensado que ha logrado en respecto del resto de barcos. El ganador de la Rolex Sydney Hobart entra a formar parte de ese elenco de tripulaciones que han ganado una de las regatas del gran slam de la náutica.