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Nos estamos quedando solos, desaparecen los albatros y hasta los gorriones.

18 marzo 2010

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La Royal Society Protection of Birds (RSPB) y BirdLife Internacional (BLI) alertan de la delicada situación del Albatros, una de las aves marinas junto a las gaviotas mas representativas de nuestros mares y oceanos. Según estas asociaciones, 19 de las 21 especies de este animal están amenazadas en todo el mundo, la proporción más alta de especies en peligro de extinción en la familia de las aves.

Los responsables de dichas asociaciones, especializadas en la conservación de las aves en todo el mundo, señalan a las redes de pesca en profundidad como principales culpables de la muerte de unas 300.000 aves cada año, de las cuales un tercio son albatros. Esta técnica, conocida como palangre, consiste en liberar al mar extensas líneas de miles de anzuelos para capturar peces como atunes o merluza, siendo muy utilizada por los grandes barcos de pesca industrial, especialmente los que faenan de manera ilegal bajo bandera de conveniencia. Los anzuelos con cebo y los peces descartados que se arrojan al mar atraen a las aves marinas como el albatros, y muchas de ellas se enganchan en los anzuelos, muriendo ahogadas.

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Por otro lado en las grandes urbes de Europa puede apreciarse un descenso en la población de gorriones, los pájaros urbanos más populares, según un estudio de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Life). En él se asegura que esta ave disminuye a un ritmo de 14.000 ejemplares al año en Madrid y que ha desaparecido en otras grandes urbes como, por ejemplo, Praga o Londres.
Aunque no se han podido certificar las causas de su extinción, algunos expertos apuntan a la contaminación y al urbanismo como principales factores. El modesto gorrión también ha decidido batirse en retirada, siguiendo los pasos de tantas otras especies. Así cada día los humanos estamos más solos. El mundo natural que tanto maltratamos se va alejando, desapareciendo en silencio. Lo hacen los grandes y los pequeños: los albatros, las ranas, las abejas y ahora, los gorriones.
Las aves son el mejor indicador de la vitalidad de los ecosistemas. La decadencia de los gorriones son un nuevo síntoma de nuestro propio declive. Cada día más solos, víctimas de nuestra propia incapacidad para salvaguardar nuestro entorno.
Las organizaciones ecologistas consideran que los esfuerzos de conservación de cada país en forma individual son muy limitados, por lo que proponen cambios en la legislación internacional para asegurar la supervivencia de los albatros, como un mayor control de las flotas de pesca pirata. Por otro lado también tendría que haber un control de contaminación mas ferreo en las grandes ciudades ya que si los gorriones, pájaros muy resistentes emigran, algo estará pasando con el aire que respiramos….