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Los monstruos marinos de National Geographic

19 enero 2017

La belleza de los fondos marinos transmitida también a través de sus monstruos marinos

Si por algo se caracterizan los vídeos de National Geographic, como este que te mostramos, es que suelen inmortalizar esos monstruos marinos que casi mejor no cruzarse en su camino. Con un aspecto poco menos que siniestro y con unos movimientos sacados de alguna truculenta novela de ciencia ficción, estas criaturas, aunque no lo parezcan, son muy reales.

Blenia (Neoclinus blanchardi

Tal y como se puede apreciar en la filmación, este pez tiene una enorme boca, la cual, una vez abierta puede alcanzar una gran anchura en relación a su cuerpo. No en vano, este pez no duda ni un solo instante en luchar contra los de su propia especie para obtener un cierto territorio. Como era de esperar, vencerá aquel que tenga unas fauces mayores.

Con un tamaño que puede llegar hasta los 30 centímetros, pueden desplazarse rápidamente hasta una profundidad de 73 metros en las aguas del Pacífico gracias a las potentes aletas pectorales que tienen. Carentes de escamas son los encargados de proteger los huevos de otros depredadores una vez que la hembra los ha puesto, generalmente en una roca.

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El pez escorpión (Scorpaenidae)

Haciendo honor al sobrenombre que lleva, esta especie es una de las más venenosas que existen en las profundidades de los océanos. Con un aspecto que podría asemejarse al denominado como pez cabezón, esta especie habita las aguas tropicales del Océano Pacífico.

Su hábitat está a 2.200 metros de profundidad y gracias a sus extraños bigotes es capaz de expulsar el veneno que contiene. Un leve contacto y la presa caerá sin tener nada que hacer. Además, tiene un gran sentido de la orientación, el cual, le permite poder suministrarse alimentos sin problema alguno.

El gusano Bobbit (Eunice aphroditois)

Habitante de las aguas de los Océanos Pacífico y Atlántico, este poliqueto es una de las especies más pacientes que nos podemos encontrar. Puede estar durante horas enterrado en el barro o en la grava esperando a su presa, la cual, puede ser de cualquier tipo ya que es omnívoro. Una vez da con ella, gracias a unos dientes afilados, a la toxina que incorpora, y a la velocidad que es capaz de imprimirles, la corta en dos pedazos, los cuales, engulle tranquilamente y sin impedimento.

Podemos encontrar gusanos de esta especie que van desde los 10 centímetros hasta los 3 metros de longitud. Tienen una larga longevidad y a decir verdad es una especie poco estudiada al punto de saber muy poco sobre su ciclo reproductivo.

Unos monstruos marinos que, de nuevo, nos sorprenden con unos rasgos que jamás podríamos saber que podían existir. Con unos estilos de vida muy concretos y unos rasgos perfectamente definidos, no es de extrañar que lleven poblando nuestro planeta millones de años.