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Las velas, uno de los grandes problemas para los equipos de la próxima Volvo Ocean Race

7 enero 2010

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El dinero y los recursos no siempre dan la victoria al final del día y ganar la Volvo Ocean Race 2011-12 tiene mucho que ver que la experiencia y visión para tomar grandes decisiones en el momento adecuado.

Es el caso de las velas. Esta vez la decisión sobre el guardarropa de cada barco será mucho más crítica y se basa en la estrategia que se desarrolle muchos meses antes de que comience la regata. Las nuevas limitaciones y la drástica reducción en el número de velas que queda plasmada en el Anuncio de Regata y la Regla de los Volvo Open 70, en la que se contempla la reducción de costes sin que afecte a la competitividad de la flota y al rendimiento de los barcos.

Esta vez los equipos tan sólo podrán adquirir 15 velas pre-regata por barco (de las 17 que pudieron hacer en la pasada edición) y otras 15 para toda la regata. Un gran corte en cuanto al número que se ve reducido de las 24 que anteriormente se pudieron comprar.

Claramente esta drástica reducción significará que los rangos entre velas serán mayores para que puedan cubrir un más amplio espectro de condiciones; la longevidad de estas velas también será un factor de alta importancia.

Pero con que facilidad esto se puede llevar a unas maquinas tan potentes que en previas ocasiones se han mostrado como maquinas rompe-records?. Preguntemos a un equipo de diseño de Fórmula 1 si es capaz de diseñar un coche de 1.000 caballos y llevar su mismo resultado a otro con un 40% de potencia menos. Una gran pregunta.

«La planificación sobre como invertir el presupuesto de los equipos será realmente más crítico en esta ocasión», comenta Simon Fry de North Sails. «Realmente la investigación sobre el número y diseño de velas será lo más importante. Mide dos veces y construye una, como nosotros decimos».

«Con las estrictas restricciones en cuanto al número de velas que se pueden llevar a bordo el listado de velas en cada barco tendrá una gran influencia en cuanto los ángulos sobre los que se navegue».

«Así que mientras que la vida se simplifica sobre el número de velas que se pueden construir y llevar a bordo, el desarrollo y la investigación que hay detrás de ello significará que los equipos tendrán que hacer sus deberes con premura».

Quizás los equipos por si mismos percibirán un guardarropa más barato como una gran ventaja cuando arranquen sus entrenamientos. En la pasada edición, el equipo irlandés Green Dragon fue uno de los equipos que llevó su campaña con un presupuesto muy limitado y donde su patrón Ian Walker tuvo que hacer equilibrios entre lo requerido en cuanto al rendimiento y lo que podían llevar realmente a cabo.

Pero, ¿como ve el irlandés las novedosas reglas que regularán la regata?. «Hay unas cuantas elecciones de velas realmente claves en cuanto al desarrollo del guardarropa y la elección de que velas llevar en cada etapa», comenta Ian.

«La primera etapa fue un buen ejemplo. Necesitas un gran rango de velas para la que fue una etapa de 23 días y en esta próxima edición tan sólo podremos llevar 3 spinnakers en vez de 5».

«Necesitas un Código Zero para poder atravesar las calmas ecuatoriales, una vela de tope de palo para los Alisios y luego un A3 para un rápido través».

«La historia es similar cuando entramos a considerar las velas de ceñida. De nuevo tan sólo se nos está permitido llevar a bordo 3 velas de topa de palo en vez de las 5 que pudimos llevar en la pasada edición. Supongo que esto signifique que tendremos que tener un foque, un ligero, un pesado y un foque de mal tiempo».

Pero no es sólo la elección de velas la que debe de estar en la mente de los equipos; el cuidado de las velas alrededor del mundo es otro punto muy importante. «Al final las velas de proa van a tener que aguantar el doble de horas que se usaron en la ultima edición», finalizó Walker.

«Uno de los más serios factores acuciantes en la pasada edición fue la de los rayos UV. Nuestra mayor se destrozó de camino a China. Con tan sólo dos mayores permitidas para toda la regata, incluyendo las regatas costeras, el I+D sobre estas velas será realmente importante y en esta próxima ocasión deberemos de ser incluso más cuidadosos».

Mantener las velas de una pieza requerirá un punto de atención diferente para algunos equipos cuando haya que moverlas a bordo o se maniobre. «Cada vez que enrollábamos una vela nos poníamos en popa para evitar cualquier posibilidad de daños. Con un presupuesto e inventario de velas limitado no podíamos enfrentarnos a ese riesgo. Al final usamos las 19 velas durante toda la regata».

Walker cree que el cambio en la regla que rige la regata tendrá variados efectos. «Irónicamente, creo que el mover las velas para almacenarlas a bordo será más duro que antes, ya que serán más pesadas».

«Para hacerse una idea del efecto que el hecho de moverlas de lado a lado tiene: si ponemos todo el material en una de las bandas del barco necesitaríamos pivotar la quilla 25 grados hacia el otro lado para equilibrar el barco. Ese es el efecto del stacking (mover las velas y el material de un lado al otro).»

Pero volvamos a la efectividad de las velas; Fry cree que aún veremos sorpresas.»Hay que saber que algunos equipos desarrollan velas específicas incluso sabiendo del riesgo de que para una etapa en particular tendrán una vacante en su inventarío», comenta el de North Sails.

Todo esto puede hacernos ver opciones tácticas muy diferentes a las clásicas en el transcurso de la próxima regata Volvo Ocean Race.

Fuente: VOR