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Las tortugas de mar en peligro por un extraño virus

1 diciembre 2011

Un virus que produce tumores, diezma la población de tortugas verdes de la Gran Barrera de Coral en el norte de Australia, se une a la amenaza de desaparición del alimento, contaminación del agua, enfermedades, desproporcionado desarrollo urbano en las costas australianas y empleo de las redes de pesca y sobretodo el estrés, todo esto, esta acabando con la tortuga marina de la barrera de coral australiana.

Las tortugas verdes (Chelonia mydas), animales que poblaron la Tierra hace más de cien millones de años y representadas en el filme animado «Buscando a Nemo», han sido reconocidas internacionalmente como especies en peligro de extinción en su hábitat natural en la Gran Barrera de Coral australiana, una de las grandes reservas mundiales de la fauna marina.

Hace siete años que la enfermedad fibropapilomatosis (herpevirus causante de tumores en la superficie de las tortugas verdes y en su parte interior) fue detectada por expertos. Y aseguraron que algunos ejemplares infectados por la dolencia sobreviven durante cierto tiempo si los tumores son externos, no obstante provocan la pérdida de la visión y dificultan la búsqueda de alimentos o la escapada oportuna de los depredadores.

Pero cuando los tumores son internos obstruyen los órganos hasta causar la muerte del animal de forma casi instantánea, detalló Ariel. Según la bióloga, una vez contraído el herpevirus, éste puede estar inactivo durante años, aunque cualquier circunstancia estresante en la vida cotidiana de las tortugas puede motivar la manifestación del mal.

Además, la mayoría de los lechos vegetales costeros, considerados fuente de alimentos de las tortugas verdes, está cubierta con sedimentos y contaminación, tras las inundaciones y el reciente paso del ciclón Yasi por las costas australianas.

Más de la mitad de las tortugas verdes que habitan en la bahía Brisk, en la costa de la Gran Barrera de Coral, tienen fibropapilomatosis.

El hecho de que el herpevirus sea casi endémico en Brisk disparó la alarma de las autoridades marítimas, que se cuestionan si el detonante de la enfermedad es el empleo de pesticidas y contaminantes industriales vertidos en áreas cercanas a los asentamientos humanos.

Nuestra forma de vida esta acabando con gran cantidad de especies y lo que es peor ¡nadie hace nada para impedirlo!