Hace una semana terminó uno de los eventos se prometían como más importantes del verano en Ibiza. La Class One World Championship Ibiza visitaba la isla por primera vez con un contrato que se prolongará hasta el 2018.
Con un presupuesto que ha rondado los 1,8 millones de euros, todo apuntaba a que veríamos un gran evento durante los tres días de su celebración. Al final, hasta el mismo presidente de la Real Federación Española de Motonáutica, D. José Miguel Martínez Castejón admitía que hubieron «un centenar de fallos», según ha declarado en el Diario de Ibiza, matizando al final para no «liarla parda». Esto apunta a una catástrofe organizativa por parte de la Ibiza World Championship (IWC) pero seamos constructivos, aunque realistas en los datos.
El evento fue vistoso y muy bueno para la isla. La iniciativa de IWC, fundada por Daniel Gómez Korf, es brillante y la valentía de llevar un evento de esta magnitud adelante, digna de alabar. Pero para meterse en estos «fregaos», no basta con iniciativa, valentía y presupuesto.
La UIM y H²O Racing , dueños y promotores del circuito, ya habrán analizado empíricamente su primer evento en Ibiza y seguro que para el año que viene serán mucho más exigentes para que las Class One World Powerboat Championship vuelva a pisar la Isla Blanca. Este primer año, el enamoramiento era patente pero una vez pasada la fiesta y recuperado el aliento, seguro que analizarán con detalle cualquier paso para no comprometer la imagen de un evento que está en la cúspide.
Se ha salvado la papeleta en la Class One World Championship Ibiza pero para un evento que se pretende se quede en Ibiza, no se puede permitir vender una imagen y luego tirar de «Atrezzo». Megayates fondeados sin un invitado a bordo, barcos de hospitality de lujo con tan sólo amigos y familiares de la tripulación en sus cubiertas y una estructura náutica para la organización con «contratos» Last Minute para arañar cuatro duros, dejando escapar a los grandes profesionales isleños en tema náutico.
Si como Martínez Castejón dice, «este evento ha venido para quedarse», invirtamos en calidad para que año tras año, todo brille más. Por favor, no nos cojamos como ejemplo de gestión las dos America´s Cup o la Fórmula 1 que se celebraron en Valencia. Eso sólo nos puede servir como ejemplo de inmoralidad y despilfarro.
Si un destino puede hacer algo grande en España, ese es Ibiza. No quememos una de nuestras últimas grandes naves, demostremos que en Ibiza se cuida el detalle y seamos referencia para el resto de España de cómo se tienen que hacer las cosas para generar riqueza, trabajo y sostenibilidad. En la parte de «tierra», la Class One World Championship Ibiza brilló cómo sólo brillan los eventos en España, ya que los organizadores y empresarios locales tienen el tema muy cogido por la mano y se ha demostrado que poca gente puede darles lecciones.
Según datos de la IWC, más de 300 mil personas siguieron el evento en la Playa d´En Bossa… Eso es mucha gente y para quienes estuvimos allí, es un número difícil de creer. No busquemos superlativos en este sentido. Busquemos objetivos y targets para que los análisis posteriores no se conviertan en gráficas insulsas y quema sponsors.
En resumen se puede decir que la Class One World Championship Ibiza brilló en glamour pero fracasó en el mar.
Ibiza puede, si Ibiza quiere. Es momento de hacer brillar todo lo que reluce.
Foto Daniel Gómez via Carlos Martorell
Consultor experto en Turismo Náutico y deportes de agua. Director del portal Nautical News Today, presidente de la Fundacion Water Sports Plastic Free, presidente del Consulado Internacional del Mar y miembro de la Asociacion Española de Periodistas Náuticos. Colaborador del ABC de la Vela, Onda Vasca, Cadena Ser. Promotor de eventos náuticos y viajes náuticos. Desarrollo proyectos náuticos a nivel global trabajando activamente con empresas y promotores de eventos náuticos.