Lo que todo el mundo de la vela española esperaba se ha cumplido pero un poco tarde.
Alinghi y sus litigios, provocados por la bravuconada de un grupo de pelagatos con pasaporte español, han estado jugando con la ilusión de Valencia durante dos años para que al final el BMW Oracle haya conseguido lo que desde un principio quería, navegar en la Malvarosa.
La consecuencia de todo esto es que ahora Valencia reza para poder llegar a tiempo para dar la misma imagen que nos ofreció en la 32 edición de esta regata.
La verdad es que lo tiene un poco crudo y aunque se que van a echar toda la carne en el asador, las prisas son malas consejeras como se demostró en la precipitada decisión del Desafío Español como primer desafíante para la 33 America´s Cup.
Valencia hoy es un mar de operarios con su ir y venir, limpiando fachadas, montando megacarpas para el Alinghi, arreglando jardines y encargando varios centenares de banderas para que ondeen en el canal de salida del Port America´s Cup.
Pero que va a pasar en enero? Pues que muy probablemente cometamos los mismos errores que en la pasada edición pero engrandecidos por la desesperación de la acuciante crisis económica que vive el mundo y los empresarios españoles. Algunos empresarios náuticos pretenderán tapar sus «agujeros» con la gallina de los huevos de oro y prostituirá el mercado más de lo que se hizo en la pasada edición.
Agencias, promotores y empresarios, pensemos antes de maltratar a los asistentes a este gran evento náutico y no sigamos el ejemplo ni de Alinghi ni del BMW Oracle. La suerte, el destino o quien sea nos ha dado la oportunidad de poder disfrutar de un espectáculo único otra vez. Seamos conscientes de ello y demos a Valencia y los aficionados españoles lo que se merecen de verdad.
Como siempre, espero equivocarme aunque …
Editor especialista en el deporte de vela, tanto en vela oceánica como en vela ligera y olímpica. Colaborador de prensa deportiva a nivel nacional.