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III Regata Banco de España

11 junio 2009

Regata corporativa Banco de España. Grupo Navega

Un año mas el Club Deportivo del Banco de España ha organizado con éxito la Regata Denia-Moraira-Denia.

Esta edición han participado 33 embarcaciones, una cifra nada despreciable para una regata social donde las aspiraciones son el buen ambiente y por supuesto la competición pero vivida desde fantástico punto de vista de pique sano  y «quien pierda paga las cervezas».

Lo que no estuvo a la altura fue el viento que abandonó a la flota poco después de la salida y que se negó a soplar durante horas enfrente del Cap D´or en Moraira hasta que una ligera brisa fue aprovechada por los más tenaces para entrar victoriosos en le Club Náutico de Moraira.

Lo que más me gustó de esta regata corporativa fue la actitud de los participantes. Les veía entrar en los  pantalanes de Marina de Denia y transmitían buen ambiente y poco stress. Muchos deberían aprender de estos marineros a la hora de disfrutar el mar.

Regata de veleros. Regata corporativa banco de España. Grupo Navega

Grupo Navega, a través de su empresa Click Sail, colaboró como en años anteriores, con su flota posicionada en el puerto de Dénia y volvió a comprobar que este evento náutico es de los más sanos que se organizan a nivel nacional.

Dos de los patrones de los veleros de Click Sail, amablemente nos han escrito una crónica de lo que fue la regata con anécdotas interesantes que no quiero dejar de publicar.

Desde la embarcación Gran Antares, su patrón, Manolo, marinero a primera vista nos comenta,

«Una de las primeras frases que aprendí de carrerilla en la Escuela de Vela en la que empecé a navegar hace ya muchos años decía que «No hay días sin viento, sino malos navegantes». Era bastante apropiada dadas las circunstancias en las que allí se navegaba: vela y solo vela, tanto vela ligera como cruceros.

Regata corporativa para el Banco de España. Grupo Navega

Ello viene a cuento porque en la Regata, a excepción de echar peso por la borda, fueron aplicados durante más de dos horas todos los protocolos conocidos y por conocer de navegación sin viento a fin de poder llegar a Moraira en condiciones. Al cabo de dos horas de maniobras improductivas vimos que nos adelantaba (literal) por babor una boya de las que los pescadores utilizan para fondear las nasas y, con gran tristeza por parte de la tripulación, llegamos a la conclusión que estábamos regresando a Denia, marcha atrás, arrastrados por la corriente. Fue entonces cuando decidimos arriar velas, arrancar el motor y cambiar las posibles tres o cuatro horas de navegación (por llamarlo de alguna manera) por el mismo tiempo en una terraza en Moraira ante unas cervezas. Fue sabia decisión a tenor de lo que luego nos contaron los tripulantes de los barcos que intentaron llegar a vela.»

» Este año ha sido bastante bueno en cuanto a tripulantes. Algunos ya repetían conmigo y otros nuevos tenían algo de experiencia. Tuvimos una baja nada más salir pues uno de ellos se metió en la cabina a por una camiseta al poco de salir y ya no lo volvimos a ver hasta que amarramos en Moraira. Distintas fuentes consultadas no se pusieron de acuerdo sobre si podía ser un mareo típico o que estaba todavía un poco perjudicado por la inauguración en el club náutico, la noche anterior, de un local de copas (gratis) hasta altas horas de la madrugada. Por suerte y de forma inesperada para compensar y resarcirnos de tan importante baja, otro de los tripulantes se había pasado toda la tarde anterior elaborando una monumental empanada de bonito (de las de chuparse los codos) que fue debidamente cumplimentada, junto con tintos que no la desmerecían nada, tanto hacia como desde Moraira. Todo ello junto a otros complementos culinarios nos ayudaron a llevar con paciencia y resignación tanto la tristeza espiritual por la baja del tripulante yacente, como la tristeza física por las penalidades de la jornada sin viento real ni aparente. Naturalmente el autor de la empanada es gallego y todos sabemos que todos los gallegos llevan un cocinero dentro y en este caso uno de los buenos.»

En otra de las embarcaciones, Alfonso y su tripulación, repetidora en el «Amablucho» venían con espíritu de superación para mejorar su actuación del año pasado y gracias a su tenacidad y buen hacer marinero consiguieron un tercer puesto en la general que evidentemente les llenó de satisfacción. Enhorabuena y el año que viene más.

Regata corporativa del Banco de España. Grupo Navega

En su crónica, nos comentan,

«La III regata del CDCEBE Denia-Moraira a bordo del AMABLUCHO transcurrió sin incidentes, con lo que cumplimos el primero de los objetivos, y resultó tremendamente entretenida, lo que cumplía otro de nuestros objetivos.

Como repetíamos embarcación, a petición propia, haciendo lo propio también la tripulación, no hubo sorpresas a bordo y todo discurrió según cabía esperar. El Amablucho ya nos conocía, y nosotros a él, por lo que todo funcionó a la perfección.

La sorpresa vino de fuera, del viento variable que nos acompañó las primeras 3 horas hasta que, a 2 millas del cabo de Moraira, y situados en magnífica posición, alguien apagó el interruptor y la calma sustituyó al viento hasta límites desesperantes, llegando al punto de que numerosas embarcaciones abandonaron, poniendo motor para llegar a Moraira.

Durante 3 horas y media tuvimos el dichoso cabo enfrente de nosotros, inmóvil como una estatua. Y con la calma llegaron los mareos, porque dos tripulantes que se habían sentido como en casa mientras navegábamos, sufrieron el parón, por suerte de forma pasajera.

Calculo que en todo ese tiempo avanzamos hacia el sur poco más de una milla, hasta que encontramos un pasillo con el suficiente viento de componente sudeste para hacernos volar la última milla a 5 grandiosos nudos. Total, 7 horas y media de travesía.

La otra sorpresa se dio en la llegada, con el tercer puesto en tiempo compensado, que, dada la poca experiencia de toda la tripulación, estaba por encima de nuestras expectativas.

Lo que aún no sabemos es si el año que viene nos pondremos el listón a esa altura, pero sí sabemos que estaremos en la línea de salida.»

La clasificación general de los cinco primeros fue:

1º Papaya

2º Cayo Coco

3º Amablucho

4º Nivel

5º Atlantis.

Esperamos comentarios y anécdotas del resto de tripulaciones para enriquecer y animar este artículo.