FITUR eleva a las Estaciones Náuticas a la categoría de «salvadoras» del turismo español

En FITUR 2010, los grandes pensadores de la industria del turismo español le han hecho un flaco favor a las Estaciones Náuticas de España.

¿Porqué? Pues debido a que se les ha querido otorgar el calificativo de «salvadores» del turismo nacional después de un 2009 con una caída preocupante en el número de visitantes a nuestro país.

Como se le puede pedir esa responsabilidad a una asociación donde tan solo un porcentaje bastante bajo de sus 30 asociaciones provinciales tienen un modelo de gestión  eficaz y consolidado.

La gran mayoría de las Estaciones Náuticas son meras asociaciones de empresarios del sector náutico que se han visto arrastradas por colegas y conocidos, a los que, los más optimistas, han dado un voto de confianza con fecha de caducidad y donde su máxima aspiración es verse unidos en alguna asociación dentro de un sector fragmentado y con miles de «capitanes».

Las estaciones náuticas deberían cambiar el rumbo y comprender que a sus asociados se les vendió esta asociación como una herramienta de mejora para sus empresas con un aumento de facturación en temporada baja y una garantía de representación eficaz ante los entes gubernamentales. Nada de eso se ha conseguido en la mayoría de las estaciones y pero aún, lo único que han conseguido es hacer perder capital a las empresas socias, ya que ni si quiera han logrado compensar las cuotas abonadas para pertenecer a ella.

Por otro lado, las estaciones náuticas deberían pensar seriamente en sus clientes y ofrecerles productos contrastados, homogéneos, en vez de colgarles el muerto a los asociados para que «inventen» productos. Seamos serios, con un pequeño órgano de gestión, profesional y un poco de criterio, sería posible que al cliente se le inspirara más confianza y en contrapartida, contratará más.

Aún no está todo perdido pero de eso a ser los «salvadores» del turismo español me parece que hay unas cuantas millas por recorrer.