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Descubrimos una de las piezas fundamentales del «Telefonica», Jorge Blanco

10 enero 2012

Dentro del engranaje de un equipo de vuelta al mundo, cada pieza es importante. Todas deben funcionar a la perfección, no sólo por sí solas sino también como conjunto. Muchas de estas piezas trabajan a la sombra pero son igual de fundamentales que una vela, un cabo o un tripulante. Hoy descubrimos una de esas piezas del Team Telefónica. Es Jorge Blanco, el encargado de comprar todo lo que haga falta, en cualquier parte del mundo, y al mejor precio posible.

Es gallego, de Sanxenxo (Pontevedra), tiene 34 años, es licenciado en Comunicación Audiovisual y ésta es la primera vez que desempeña un puesto de estas características: “Al principio fue una locura. Los primeros meses a pesar de estar en Sanxenxo y ser local, pues llegas a un trabajo nuevo… Esto es profesional a tope, muy técnico y hay cosas y materiales que no conocía cuando empecé”.

Poco a poco Jorge fue aprendiendo. Se unió al Team Telefónica cuando éste estaba en su fase inicial, con los primeros entrenamientos en su pueblo natal: “Al principio jugaba en casa. Pero la cosa se fue complicando de forma progresiva… La fase final de construcción del nuevo “Telefónica” lo llevó a Alginet (Valencia) aunque, como admite, seguía dentro de lo relativamente fácil, al estar en España. El siguiente paso fue Lanzarote y el quebradero de cabeza que supone realizar cualquier envío a las islas afortunadas.

La principal responsabilidad de Jorge Blanco, apoyado por Laura Liñán, es la de comprar todo aquello que necesite el equipo español, sea donde sea.  Otra de sus responsabilidades es la de realizar los envíos de materiales que no pueden conseguirse en el país en el que se encuentre el equipo, así como su seguimiento para que esté en su destino a tiempo. Puede ser un envío de Australia a China, de Estados Unidos a Nueva Zelanda, una vela desde Cuntis a Abu Dabi, o un cable… Todo ello sin olvidar que al final del día se pague en euros, dólares, dirhams, rands o la moneda que toque, la caja tiene que cuadrar, y eso también es algo en lo que Jorge tiene que tener el ojo bien puesto.

En opinión de Jorge para poder llevar a cabo esta labor y no desfallecer en el intento “hay que ser medianamente organizado dentro del caos que es esto”. Porque, además, este trabajo es una continua lucha contrarreloj en la que el día D a la hora H todo tiene que estar listo.

Tanto estrés tiene su recompensa. Para Jorge Blanco ésta es el “contribuir al progreso del equipo, a las victorias, y ser una pieza más de la gran máquina”, afirma. “Nuestro trabajo está un poco a la sombra, como muchas veces pasa con los boatbuilders, veleros, el que compra los billetes, el que busca el hotel, la gente que escribe de prensa, las fotos… Pero te sientes como una pieza más del barco…”, concluye.

Fuente: Volvo Ocean Race