Cuarenta y trés días después de su partida del puerto de Lima, Anne Quéméré va a llegar a la mitad de su recorrido. Le quedan aproximadamente 2 100 millas por navegar hasta llegar a Tahití.
La falta de maniobrabilidad del kiteboat, así como unas condiciones climáticas inestables (vientos débiles y atravesados), explican que avance más lento de lo previsto. En efecto, despues de la ruptura del cable de mando de estribor de su timón, hace 3 semanas, Anne prefirió inmovilizarlo. En estas condiciones, no puede aprovechar mejor los vientos y sobre todo corregir su trayectoria hacia el sur para abordar con mayor facilidad el archipiélago de las Tuamotu.
Felizmente, las condiciones meteorológicas de los próximos días deberían ser más propicias con vientos del sector Sur Este a Este Sur Este. Aún sin comunicación posible con la tierra desde ya más de 2 semanas.No tiene orientación, ni ayuda técnica, ni intercambio con el mundo exterior, lo que debe estar pesando en el ánimo de la navegante.
Esperemos que los contactos por satelite se restablezcan, el equipo Adrien pone en marcha toda clase de esfuerzos para obtener alguna información y supervisa diariamente los barcos que navegan en la zona del kiteboat y que podrían entrar en contacto VHF con ella.
A pesar de las condiciones difíciles, Anne continúa su ruta hacia la Polinesia Francesa. Ciertamente, este desafío no tiene ningún parecido con un crucero. Una total soledad en la que el despliegue de toda su determinación es hoy más que nunca necesario. ¡Bravo Anne!
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