Saltar al contenido

Todo sobre las anémonas de mar y sus peligros

14 marzo 2017

¿Qué misterio encierran las anémonas de mar?

Si observamos detenidamente a las anémonas de mar podemos pensar, no sin razón, que son lo más parecido a los vegetales que nos podemos encontrar en las profundidades pero, ¿qué pensarías si te dijéramos que en realidad son unos grandes depredadores?

Estos depredadores marinos conocidos técnicamente como actiniarios o actinias (Actiniaria) son animales invertebrados y no hacen otra cosa que mantener agazapadas hasta que un pez distraído pasa por su lado y les da caza. Un método de subsistencia rápido y, sobre todo sencillo.

El nombre viene de su parecido con cierta flor, la denominada anemone y pertenece a la especie de los Anthozoa (Etimológicamente animales flor) donde también encontramos a los colares o las espumas de mar.  Así que ya te hemos contado un poco sobre qué es una anemona, pero ahora toca ver sus múltiples características

Las anémonas de mar
Fuente: Archivo NNT

¿Cuál es el hábitat de estos seres marinos?

Estos animales marinos, porque no se les puede denominar de otro modo, son unos parientes muy cercanos a las medusas y a los corales. Quizá por ello, a la actinia se les puede encontrar en al mismo tipo de hábitat como puede ser el fondo marino o en zonas muy cercanas a los arrecifes.

[bctt tweet=»¿Sabías que en realidad las #anémonas del mar son verdaderos #depredadores?» username=»NauticalNewsTdy»]

Una vez que ya hemos establecido el hábitat de la anemona de forma general, hay que decir que la faunística de los actiniarios no ponen problema a vivir en cualquier área marina siempre y cuando se den estas condiciones sin importar si son regiones árticas o tropicales. Eso sí, sus zonas predilectas son aquellas en las que las corrientes les son favorables por tener plancton a la deriva listo para ser devorado.

La mayoría de las especies de las anémonas marinas se encuentran en aguas que son poco profundas en zonas cálidas y templadas. Hay interesantes especies en el mar Mediterráneo y el Mar del Norte, como por ejemplo, la Anemonia sulcata y Actinia viridis. Sin embargo, esto no quita que los científicos hayan descubrierto nuevas especies, las cuales, han sido capaces de adaptarse a nuevos entornos.

Sabias que algunos peces son inmunes a las toxinas de los tentáculos y pueden vivir entre ellos para protegerse de depredadores.

Las múltiples formas de las anémonas marinas

Las anémonas que podemos encontrar en el mar pueden adoptar muchas formas distintas así como tamaños y colores. Radialmente simétricas, se caracterizan por tener un cuerpo cilíndrico, el cual, dispone de una sola abertura en su cuerpo, la boca, que está rodeada de tentáculos. Estos la protegen y atrapan su alimento tal y como hemos mencionado anteriormente.

Dentro de las características de una anemona podemos identificar sus partes en la siguiente imagen:

partes de una anemona

Los tentáculos que rodean su boca disponen de unas cápsulas urticantes microscópicas. El tamaño de estas anémonas es generalmente de 2,5 cm a 10 cm, pero algunas crecen hasta 1,8 m en los mares tropicales.

¿Qué comen estos depredadores marinos?

Las anémonas de mar son carnívoras. Se alimentan de peces de pequeño tamaño así como de mejillones y zooplancton (como pequeños crustáceos y larvas marinas diminutas) y gusanos. Este alimento es capturado por las anémonas marinas por sus tentáculos, los cuales, tienen aguijones venenosos, llamados nematocistos.

Anémonas marinas
Fuente: Archivo NNT

¿Cómo se desplazan estos animales marinos?

Se pueden mover de dos formas básicamente. Por un lado puedes arrastrarse alrededor de su disco basal tan lentamente que el movimiento puede sólo ser comprobado por un cambio de posición en la orilla, u observado por fotografía de lapso de tiempo. Asimismo también pueden inflarse y desinflarse de modo que las corrientes las lleven a una nueva ubicación.

Decir también que algunas anémonas marinas tienen una toxina tan potente que pueden causar a los seres humanos un dolor considerable si entran en contacto con los tentáculos. La anémona Actinodendrum plumosum es un ejemplo de ello.

De hecho, se podría decir que, como precaución nunca se debe tocar anémonas en el mar con las manos desnudas. Su picadura es tan poderosa que puede producir una gran sensación de quemazón durante meses. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones sus toxinas no son lo suficientemente potentes como para afectar realmente a un ser humano, aunque para aquellos que sean alérgicos o sensibles, puede llegar a ser muy peligroso.

Si te ha gustado el artículo, compártelo!