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Alta tecnología para no acabar hecho añicos en medio del mar

2 febrero 2010

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Un sistema informatizado de 150 sensores de fibra óptima permite al Alinghi monitorizar en tiempo real la presión que soportan todas las partes de su catamarán para anticiparse a cualquier riesgo de rotura y poder garantizar que el barco siempre navegue al límite de su posibilidades.

El ingeniero italiano Daniele Constantini, responsable de este sistema de medición de cargas y tensiones, ha explicado a EFE los principales beneficios de esta tecnología, utilizada desde el año 2000 en aviación, así como para el control de cargas y temperaturas en las plataformas petrolíferas de alta mar o para obras de ingeniería civil como los puentes.
«Esta tecnología nos ha permitido desarrollar y optimizar el barco poniéndolo al límite sin que se produzcan roturas», ha indicado, a la vez que ha resaltado que, por ejemplo, gracias a los datos que recogen, los regatistas saben en cada momento cuál es la forma más óptima del trimado de las velas, con el consiguiente beneficio.
Mástil, casco, timones, cables y las estructuras que soportan más tensión en el catamarán llevan en su interior los 150 sensores de fibra óptica, «imperceptible y muy ligera», que no conlleva un aumento de peso en la embarcación y con la que se controlan las partes del barco que puedan estar en peligro de rotura.
«Los regatistas me han dicho que si no tuvieran este sistema, probablemente ya habrían roto porque cuando navegan siempre ponen el barco a tope. Ahora ese límite está medido porque con los sensores se controlan las diferentes cargas que el barco puede soportar y la tripulación reciben la información en tiempo real», ha indicado.
Constatini ha comentado que esta tecnología ya la utilizó el equipo suizo en la anterior edición aunque los sensores se colocaron sólo en el mástil y las velas «porque los barcos de la versión 5 apenas tenían secretos para los ingenieros».
Pero ahora, el catamarán de Alinghi «es un prototipo nuevo, del que no se tienen referencias y los diseños hechos en el ordenador y los cálculos teóricos se tenían que validar en el agua».
Gracias a este sistema, los ingenieros ha podido «detectar y reforzar» aquellas partes de la estructura del barco que sufrían una mayor presión durante la navegación, ha explicado Constantini, que ha recalcado que, aunque él es el responsable de que el sistema funcione, se trata de «un trabajo de equipo» porque «todos deben entender los diferentes datos que se reciben para orientar en la mejorar el barco».
Sin querer hablar de costes pero consciente de la importancia que tiene innovar en una competición que se nutre de las inversiones en desarrollo tecnológico, lo que ha dejado claro el ingeniero italiano es que van a hacer «todo lo que se pueda para poder ganar la Copa del América», que comienza el día 8 ante el BMW-Oracle.

Fuente: EFE