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Empezamos a contaminar el Mediterraneo 2.800 AC, ¿dejaremos de hacerlo cuando no haga falta?

15 abril 2012

A medida que la humanidad perfeccionaba su capacidad de manipular su entorno, se creo el alto horno de carbón, se alcanzaron temperaturas altas, para poder manipular los metales y con ellos fabricar armas y utensilios… y se comenzó a contaminar. Alrededor de 1400 aC, el hierro se fundía por primera vez en la cultura hitita, que ocupa la actual Turquía. El hierro tiene un punto de fusión de casi 2800 ° F, y los primeros hornos alcanzaron la temperatura requerida. El hierro era más disponible que el estaño relativamente escaso y era una ventaja porque era un metal superior para herramientas y armas.

La contaminacion en el Mediterraneo no es de hoy (que también y en grado sumo), ya comenzó casi 3000 años. Las chimeneas y los hornos eran formas de perfeccionamiento de la explotación de la energía para obtener mejores métodos de manipulación del medio ambiente y de los demás, para ganar aún más seguridad energética, ya que las tecnologías de fundición eran utilizadas para la producción de cobre durante la época romana y medieval, que fue el instrumento en el desarrollo de las culturas humanas durante épocas antiguas.

Hoy en dia, los resultados de las investigaciones, publicados en la revista «Science of the total Environment», nos muestran que la contaminación del Mediterráneo coincide con el desarrollo de las civilizaciones griega y romana. El aumento de la concentración de zinc, plomo, cadmio, cobre, arsénico y hierro se corresponde en el tiempo con la expansión de la industria minera, la metalurgia, la cultura, especialmente durante el periodo romano.

Científicos del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB) del CSIC han llegado a esta conclusión tras estudiar la concentración de residuos metálicos contenidos en los sedimentos de las praderas de posidonia (Posidonia oceánica) de la bahía de Port Lligat, en la Costa Brava gerundense.

Cada otoño e invierno, las orillas de muchas playas del Mediterráneo aparecen llenas de hojas que representan la mayor protección del litoral contra los temporales, son las que, por su ciclo de vida, a finales de verano se desprenden de la planta y son arrastradas hasta la playa, donde actúan como fijadores de la arena frente a las mareas. Y ese es solo una de las formas en que defienden el litoral, tambien son el cobijo, alimento y reproducción de numerosas especies de interés comercial.

La gran presión urbanística del litoral produce gran contaminación, si las robamos armas al medioambiente, al mismo tiempo que por todos los frentes lo atacamos, no parece que sea una actitud muy inteligente.

La posidonia ha sido bautizada como el pulmón del Mediterráneo, pero este tesoro está en grave peligro, el ritmo de recuperación de la propia planta se ve superado por los efectos de las obras del litoral, la contaminación marina, la pesca de arrastre ilegal, los dragados, los vertidos y el fondeo no responsable de miles de embarcaciones profesionales y de recreo cada año.

Sin embargo, en nuestras manos está protegerla, con pequeños gestos en nuestro día a día. Con la implicación de las administraciones responsables y la nuestra propia podremos augurar un futuro para la posidonia y nuestro medioambiente, trabajando juntos y exigir a los responsables el solo cumplimiento de las leyes.