2011 Global Ocean Race. Y por fin se movió la brisa….

Parte de la flota de la Global Ocean Race se ha visto obstaculizada por una mínima brisa en la noche del lunes frente a las costas del Sáhara Occidental. Separados por 62 millas, el Cessna Citation en tercer lugar y el Financial Crisis en cuarto entraron en un “hoyo” de viento de dos a cuatro nudos, alrededor de 70 millas de la costa, ya a mediados de la tarde empezo a moverse el viento, subiendo a 11 nudos del NNE antes de la medianoche, empujando las dos Class40, hacia el sur.

A lo largo del martes, el viento del nordeste se volvio cada vez más estable, en beneficio de Campagne de France y el BSL; pero tambien acelerando el ritmo hacia mediodía, a Cessna Citation seguido por Financial Crisis. A las 15:00h., el Phesheya Racing y Sec. Hayai, 430 kilómetros al norte del lider, también recibieron la brisa y por primera vez en cinco días ya los seis Class40s que salieron del Mediterráneo comenzaron el complejo viaje a lo largo de la costa africana, la flota entera tenia un promedio de más de ocho nudos de velocidad.

A lo largo de la mañana del martes y en la tarde, la brisa del nordeste habia estabilizado toda la flota a una velocidad superior a justo por debajo de diez nudos, poco antes del amanecer y mantuvo este ritmo a hasta el mediodía; cuando el Cessna Citación de Conrad Colman y Hugo Ramón situados en el tercer lugar, a 180 millas detrás del líder Clase 40, tuvieron un percance: «Hugo y yo estamos atentos, parte en la dirección, regular el cambio entre el spinnaker grande, gennaker grande o el Codigo 0 porque el viento sigue oscilando violentamente «, informó el lunes Colman. Mientras que la mayoría de la flota GOR mantuvo constantemente cerca de la costa africana, el equipo más joven del evento, se mantuvo lejos de la costa bordeando un agujero de viento: «Algun feliz pescador penso que debia de haber pescado un pez enorme, ya que había un gran gancho y el trazador de metal enterrado en la quilla, pero sin boya o embarcación de pesca a la vista «,dijo Colman. «El gancho nos atrapo, pero no fue hasta ayer que hicimos una parada en la que Hugo, se sumergio y lo limpio todo»